Mal año para las retroexcavadoras: importaciones caen un 63%
Nunca una máquina de trabajo pesado había sido tan usada para hablar de política, su uso más bien da cuenta de la salud de los ciclos económicos.
Es probablemente el término que se tomó la discusión política en los primeros seis meses del gobierno de Michelle Bachelet. El presidente del PPD, Jaime Quintana, amenazó con pasar la retroexcavadora con las mayorías que tiene el oficialismo en la Cámara y el Senado, y desde ahí no hay político que no hable de maquinaria pesada. Tan solo ayer el ex presidente Ricardo Lagos retomó el tema para distanciarse de la idea de Quintana y dijo que la retroexcavadora también puede usarse “para preservar”.
El columnista de El Mercurio, Sergio Urzúa, este fin de semana abordó el punto pero para referirse de verdad a la máquina de trabajados pesados que se usa en construcción y minería. Y para probar que su decreciente uso en el país es una señal más de desaceleración.
Urzúa cita cifras del Servicio de Aduanas, que dan cuenta de que durante el año 2013, y provenientes principalmente de Brasil, Estados Unidos, Inglaterra e Italia, ingresaron a Chile 1.208 retroexcavadoras de distintos tipos.
“La situación ha sido diametralmente distinta en el 2014. Entre enero y marzo del presente año, solo ingresaron a Chile 124 retroexcavadoras, poco más de un tercio de las 327 registradas por Aduanas en el mismo período del 2013.(…) Con todo, durante los primeros seis meses del presente año el total de retroexcavadoras ingresadas a Chile experimentó una caída de 63% (en doce meses). ¡Increíble cómo ahuyentamos las máquinas que se suponían venían a remover los cimientos del modelo neoliberal!”, dice Urzúa, quien llama a preguntarse “cómo atraemos nuevamente las retroexcavadoras”.