Banco Central recorta la previsión de crecimiento de 1,75 % a 2,25 %
En su Informe de Política Monetaria (Ipom) presentado hoy ante el Senado, el presidente del emisor, Rodrigo Vergara, pronosticó también una inflación anual cercana al 4 %, mientras la inversión caería un 4,2 % y el consumo sólo crecería un 2,6 %.
El Banco central recortó hoy su pronóstico de crecimiento de la economía en 2014 a un rango del 1,75 % al 2,25 %, frente a la estimación de un 2,5 % a 3,5 % prevista en junio, debido a una desaceleración mayor que la anticipada.
En su Informe de Política Monetaria (Ipom) presentado hoy ante el Senado, el presidente del emisor, Rodrigo Vergara, pronosticó también una inflación anual cercana al 4 %, mientras la inversión caería un 4,2 % y el consumo sólo crecería un 2,6 %.
Para 2015 anticipó una expansión de la actividad entre 3,0 % y 4,0 %
“La desaceleración de la economía era, en parte, un fenómeno esperado”, señaló Vergara
Ello debido al fin del ciclo internacional de altos precios de materias primas y a condiciones financieras externas más restringidas.
Chile se ha visto impactado por el retroceso del precio del cobre, su principal producto, y por la maduración del ciclo de inversión minera que se asoció a la reconstrucción tras el terremoto del 2010.
Más recientemente se ha sumado otro factor, que es el menor crecimiento de los ingresos laborales reales, lo que ha afectado negativamente el consumo privado, señaló Vergara.
Subrayó que “el debilitamiento de la actividad y del gasto, tanto del consumo como de la inversión, ha ido más allá de lo que se preveía”, lo que, a su juicio, coincide con un deterioro importante de las expectativas de consumidores y empresas durante el 2014.
Según el análisis del Banco Central, este deterioro se ha dado en un contexto en que el impulso monetario ha aumentado significativamente, con rebajas de la tasa de interés de 150 puntos base desde octubre de 2013 y el mantenimiento de un sesgo expansivo.
“Ello, junto a otros factores, ha tenido un efecto significativo en la estructura de tasas y en particular en las de largo plazo, que se ubican en mínimos históricos”, destacó.
Conjugando estos factores, las proyecciones del Banco Central apuntan a que “el menor dinamismo de la economía nacional será más persistente que lo previsto anteriormente”.
“La recuperación, aunque moderada, se sustenta en el mayor impulso monetario y las menores tasas de mercado; un mayor impulso fiscal; un mayor impulso producto del crecimiento de los socios comerciales y de la depreciación real del peso; y una mejora de las expectativas privadas”, según el análisis.
Añade que en esta proyección, “se estima que el crecimiento de mediano plazo de Chile se ubica entre un 4 % y un 4,5 %”, inferior a lo considerado anteriormente, debido a “una revisión de la evolución de la productividad total de factores, del crecimiento previsto del stock de capital y de la natural convergencia de una economía que ha alcanzado niveles de ingreso per cápita más altos”.
El Banco Central también revisó a la baja el crecimiento de la demanda interna en 2014, especialmente en su componente de inversión, mientras que se espera como contraste un mayor impulso del gasto público.
Según el informe se espera que el consumo privado retorne a una expansión moderada, después de un crecimiento casi nulo en el segundo cuarto del año.
Añade que esta trayectoria de la inflación toma en cuenta que los efectos indirectos de la depreciación nominal y real del peso que se han observado en los últimos meses serán más que compensados por el estado de las brechas de capacidad dentro del periodo de proyección. El Informe considera también una serie de eventos posibles, denominados riesgos, que pueden modificar el escenario base sobre el cual se hacen las proyecciones de actividad e inflación.
En el plano interno un elemento que se evalúa es que el crecimiento de la actividad y la demanda sea menor que lo proyectado y que no se revierta la tendencia de deterioro generalizado de las expectativas.
Frente a la recuperación de la actividad en 2015, Vergara dijo que “aunque moderada, se sustenta en el mayor impulso monetario y las menores tasas de mercado; en un mayor impulso fiscal; en un mayor crecimiento de los socios comerciales; en la depreciación real del peso y en una mejora de las expectativas privadas”.