La carta abierta a Eyzaguirre de Karina Delfino, Jose Ruiz y Camilo Ballesteros
"Somos parte de una generación que se hizo protagonista a temprana edad, haciendo latente una demanda que debe ser resuelta a la brevedad".
Ministro Eyzaguirre, en esta oportunidad, nos queremos dirigir en nuestra calidad de dirigentes políticos y también como ex dirigentes estudiantiles. Es en ambos roles, pero especialmente en el último, donde nos tocó asumir la representación de grandes demandas con profundo contenido de cambio social.
Fueron muchos años en que la educación no fue parte del debate público de nuestro país. Pasó mucho tiempo en que la sociedad comprendiera que la educación no es un bien consumo, sino que un derecho social y que se debe garantizar su igual acceso a todos los ciudadanos, sin importar su cuna, religión, tendencia política, color de piel e incluso capacidad intelectual.
Este cambio, que lo hicimos entre todos, se forjó a partir de una generación que está vinculada a la calle, donde se arraigó la profunda convicción de que un nuevo Chile se construye con DERECHOS SOCIALES irrenunciables.
Somos parte de una generación que se hizo protagonista a temprana edad, haciendo latente una demanda que debe ser resuelta a la brevedad. El compromiso que hemos asumido con la sociedad, nos llama a honrar la palabra empeñada.
Sin embargo, nos enfrentamos a una minoría política, económica y social, que utiliza el dogma, el dinero, y su posición privilegiada para proteger la lógica de la educación como un bien de consumo.
Y, por otra parte y con mucho pesar, vemos como un movimiento estudiantil desaprovecha una oportunidad histórica, que cualquier ex dirigente hubiera querido tener en su periodo de dirigencia. En ese escenario, su rol como Ministro de Educación, es clave para empujar a que la reforma educacional vea la luz.
Estamos seguros que la ciudadanía juzgará rápidamente el desempeño que el gobierno tenga en cambiar el actual funcionamiento de la educación chilena.