Cita Mujica – Bachelet, marcada por los DDHH, la fiscalidad y el comercio

La defensa de los derechos humanos, la cooperación en temas fiscales y la integración comercial marcaron hoy la reunión de los presidentes de Uruguay, José Mujica, y Chile, Michelle Bachelet, en su primera visita oficial a Montevideo desde que esta asumió por segunda vez la presidencia el pasado marzo.

La visita de Bachelet, que tuvo que suspenderse en dos ocasiones este año, estuvo marcada por la cordialidad y el entendimiento entre el veterano líder uruguayo, ex guerrillero tupamaro, preso durante varios años por la dictadura de su país, y la presidenta, cuyo padre murió en prisión por la dictadura de Augusto Pinochet y ella misma estuvo detenida.

En el transcurso de la visita, Uruguay y Chile firmaron una serie de acuerdos en varios temas, entre ellos un memorándum para el intercambio de documentación con el fin de esclarecer las violaciones de los Derechos Humanos cometidas por las dictaduras militares de uno y otro país, en los años 70 y 80.

Según el acuerdo, que pretende “contribuir en el proceso de reconstrucción histórica de la memoria, la verdad y la justicia”, las autoridades de cada país podrán solicitar recíprocamente información “contenida en un soporte o tipo documental, producida, recibida y conservada por cualquier organización o persona en el ejercicio de sus competencias o en el desarrollo de su actividad”.

En una rueda de prensa posterior a la firma de los acuerdos, ambos mandatarios se refirieron a esta lucha común por la “verdad y la justicia” por los crímenes cometidos en aquella época por el terrorismo de Estado, un tema “vigente” para sus respectivos gobiernos.

Precisamente Bachelet llegó a Uruguay apenas un día después de que su Ejecutivo derogara el decreto ley de amnistía aprobado en plena dictadura de Augusto Pincohet y que otorgaba impunidad a los represores del régimen.

“Hay un conjunto de iniciativas en las cuales no se avanzó en Chile y creemos que el país tiene que seguir avanzando en mas verdad y justicia”, dijo Bachelet en una rueda de prensa posterior a la firma del acuerdo.

Por su parte, Mujica también reflexionó sobre el tema y apuntó que en su país, pese a haber logrado en parte “una reparación” para las víctimas, sigue habiendo “un bache y una barrera que el Estado no ha podido franquear”.

“No vamos a parar, con los medios que contamos, para investigar todo lo que podamos, y seguramente los gobiernos que nos sucedan tendrán que seguir ese camino.(…). Mucho es lo que se ha hecho y mucho queda por hacer, pero seguramente nunca quedaremos conformes, y menos satisfechos”, añadió el veterano presidente.

Junto a ese memorándum, también se firmó un convenio entre los respectivos ministros de Economía para el intercambio de información tributaria con el fin de perseguir la evasión fiscal.

La información, que deberá ser pedida por escrito, será considerada confidencial e incluirá datos sobre impuestos a la renta, a ventas y servicios y asignaciones y donaciones.

Otro acuerdo, más amplio, trató temas de cooperación para el desarrollo y su fortalecimiento, con el fin de impulsar la integración latinoamericana.

La posible integración de Uruguay a la Alianza del Pacífico, formada por Chile, Perú, Colombia y México, también fue tratada por ambos mandatarios.

En este sentido, Mujica confirmó que su país no tendría ningún reparo en negociar su acercamiento con ese bloque comercial y con cualquier otro donde Uruguay se pueda “colar” y con el que se “descuide”, según sus palabras.

“Tengo que decir varias cosas. Una, como pequeño país, tenemos que tratar de colarnos donde podamos y con el que se descuide. Dos, no hay que soñar que algún tratado nos va a arreglar definitivamente el comercio exterior. Y tres, hay que tener el coraje y la independencia de buscar uno a uno todos los caminos posibles, como hemos venido realizando hace años”, afirmó Mujica.

Bachelet apuntó, por su parte, que Chile está más que dispuesto a ejercer de “puente” entre Uruguay y el resto de los países del Mercosur hacia el Pacífico y a “abrir los caminos” para que el “Pacífico no de la espalda al Atlántico”.