El factor ME-O que divide (otra vez) a la Nueva Mayoría
Al interior del bloque oficialista la figura del ex diputado PS genera disenso. Algunos los acusan de oportunista y apuestan por figuras como el ex ministro Andrés Velasco o por la senadora Isabel Allende. Otros creen que ME-O es quien representa mejor el progresismo.
Esta mañana, el diputado PS Juan Luis Castro enviará una carta en tono de reclamo a la directiva del Partido Socialista. En ella, el parlamentario exigirá una “explicación formal” a la Comisión Política por las tratativas de algunos líderes de la colectividad con la cabeza del PRO y ex candidato presidencial, Marco Enríquez-Ominami (ME-O).
Según explica el parlamentario, la molestia nació debido a que “no se han dado a conocer las conversaciones” hacia el resto del partido y porque se estaría “alentando una candidatura” sin el consentimiento de las bases de la Nueva Mayoría ni del socialismo. “Es incómodo, extraño y causa sorpresa que la directiva haga esto”, dijo Castro.
El gesto del diputado socialista da cuenta de una molestia mayor al interior del oficialismo, debido a los continuos coqueteos del ex candidato con algunos sectores del bloque de conducción. Frente a esto, los parlamentarios se han dividido en trincheras: los que ven con buenos ojos que ME-O (y el PRO) vuelvan a acercarse al PS -al que dio un fuerte portazo en 2009- en miras a las primarias presidenciales del sector.
El otro grupo rechaza la idea de plano, apostando por levantar solo figuras propias, como la de senadora Isabel Allende, una de las mejor evaluadas en los últimos sondeos políticos de Adimark o del Centro de Estudios Públicos (CEP). En tanto, el tercer sector ve con buenos ojos una segunda postulación del ex ministro de Hacienda Andrés Velasco, quien en la CEP quedó como el segundo político mejor evaluado después de la presidenta Michelle Bachelet.
En general, la idea de levantar candidaturas es mirada con cautela en la Nueva Mayoría, ya que solo han pasado 6 meses desde iniciada la actual administración y “no es bien visto” comenzar a postular nombres para elecciones que se realizarán en 3 años más. Pero una tercera candidatura presidencial de Marco Enríquez-Ominami ya entusiasma a varios parlamentarios.
El presidente de esta colectividad, Osvaldo Andrade, descarta reuniones de “acercamiento” con el líder progresista y recuerda que insistentemente lo invitó a unirse a apoyar la campaña de Bachelet durante el año pasado, aunque éste se negó para continuar con la suya propia, dejando la puerta abierta para eventuales acuerdos. El diputado Daniel Melo, vicepresidente de la tienda, explica que solo se ha tratado de reuniones informales de la directiva y otros miembros del partido, pero no desde una mirada política.
Los acercamientos
En ese sentido, el senador PS Alfonso De Urresti defiende la relación “de buen entendimiento con la directiva” que ha generado ME-O, donde hay “coincidencias programáticas para las transformaciones que busca la NM”. De Urresti asegura que el tema no se ha tratado formalmente y que “es apresurado hablar de un regreso”, pero no descarta que las reuniones hacia ese lado puedan seguir avanzando.
Aunque aún son pocos los que lo dicen abiertamente, uno de los apoyos cerrados es del diputado Luis Lemus, quien abiertamente dice que es “de la línea progresista” de Enríquez-Ominami. “Yo estoy con Marco”, asegura. “Él representa más a la izquierda y me gustaría que fuera precandidato. Tiene una agenda muy parecida a la de Bachelet”. Lemus apuesta por el líder progresista como “la continuidad” a la agenda de reformas de la Presidenta para un próximo periodo.
Otro “meísta” es el PPD Ramón Farías. El diputado se ha reunido en diversas oportunidades con ME-O y no duda en afirmar que “es un buen candidato dentro de la Nueva Mayoría”. “Comparte casi en un 100% el programa de la Presidenta Bachelet. Marco viene de este mundo”, dice. Farías dice que la Nueva Mayoría debe seguir creciendo e incorporando a nuevos actores, en una suerte de “Nueva Nueva Mayoría”.
A esa idea se suma el socialista Manuel Monsalve, quien explica que es necesario crecer la coalición de Gobierno, eventualmente incorporando al PRO. “No hay que tener miedo a ampliarse. Mucho tiempo tantos estaban en desacuerdo de incorporar al Partido Comunista a la NM, pero ahora se han dado cuenta que han sido un gran aporte”, dice.
Rechazo “meísta”
En privado, varios diputados socialistas califican a ME-O de “oportunista”. Incluso, entre los parlamentarios más icónicos de la tienda sigue haciendo eco la aparatosa renuncia del ex candidato progresista, quien cuestionó que al interior del PS había que “andar con la billetera guardada con llave porque se lo robaban todo”, recuerdan.
En ese sentido, el senador Fulvio Rossi es de los que apuesta solo por levantar figuras dentro del bloque oficialista para las próximas elecciones. “Pareciera que tenemos el síndrome de Estocolmo… No hay que olvidar que él ha formado su figura pública basándose en críticas contra la Nueva Mayoría”, explica.
Rossi asegura que dentro del bloque hay nombres suficientes como para no estar mirando hacia afuera, como José Miguel Insulza o la propia Allende. “Yo tampoco me descarto como candidato”, dice.
Otra que cuestiona al líder PRO es la diputada Denise Pascal. La socialista dice que ex diputado solo se está acercando al PS porque “no tiene otro camino”. “Él decidió irse de la bancada sin posiciones muy claras y luego solo nos ha complicaciones los dos periodos siguientes”, dice.
Pero no sólo en el PS hay figuras contrarias a una eventual llegada de ME-O. En el PPD las posturas tampoco son del todo claras e incluso un alto dirigente del pepedeísmo dice que son varios los que ven con buenos ojos la figura de Enríquez-Ominami de regreso en la coalición pero que “no lo dicen abiertamente” porque “saben que si lo hacen, pueden quebrar profundamente al partido”.