Sepa en qué se malgastan las platas de la Subvención Escolar Preferencial

Lapidario fue el Contralor General de la República, Ramiro Mendoza, al dirigirse a los diputados que integran la Comisión Investigadora sobre el uso de la Subvención Escolar Preferencial (SEP) por parte de municipios y corporaciones municipales. Y es que más del 51 por ciento de estos dineros terminan siendo gastados en otros fines.

La SEP tiene como objetivo apoyar a alumnos vulnerables socieconómicamente. Sin embargo, el reporte de Mendoza mostró que los fondos se utilizan en un “cuantohay” de otros objetivos.

Según lo publicado por La Segunda, el Contralor aseguró que tanto por por las pésimas medidas de control por parte de municipios y corporaciones municipales, como por el desorden en el uso y rendición de los recursos, se puede hablar de “una suerte de cultura del despelote del gasto público“.

En los municipios, dijo Mendoza, “debiera haber un remanente de $26 mil millones, pero tienen un saldo de banco (en caja) de $13.159 millones y han usado para otros fines $13.740 millones, o sea falta el 51%”.

Cifra que se acrecienta en las corporaciones municipales: allí, “$11.819 millones de los más de $15 mil que debieran estar disponibles como remanentes fueron usados para otros fines (77%)“.

¿Dónde fue a parar la plata? Estas son sólo algunas de las cosas en que se (mal)gastó la Subvención Escolar Preferencial:

• Pago de cotizaciones previsionales, entregar bonos, sueldos e indemnizaciones a personal ajeno a la ley: más de $8.945 millones, la cantidad más alta.
• Sobre los 1.695 millones de pesos fueron destinados a salidas “pedagógicas” a centros recreacionales, viajes a Mendoza, jornadas de capacitación con paseo por la ciudad, celebraciones del día del profesor, contratación de buses, premios.
• Algunos municipios invertían parte de los fondos del SEP en el mercado de capitales: principalmente en fondos mutuos.
• Cancelar gastos operacionales del tipo luz, agua, teléfono, transporte, combustible para vehículos, servicios de gasfitería, gas licuado, incluso fumigaciones.
• Algunos establecimientos educacionales compraron notebooks, proyectores, impresoras, discos duros, computadores. ¿El problema? No estaban ni en los recintos ni en los municipios. Parte de ellos se encontraban en manos de los profesores.
• En forma similar, otros liceos financiaron vestuario deportivo para presentaciones artísticas, pero éste se encontraba en el domicilio de los monitores de deportes.
• El colmo: se compraron bienes como proyectores, fotocopiadoras y pizarras interactivas que, al momento de la fiscalización, no eran utilizados.
• ¿Qué más? Se pagó por sandwichs y almuerzos para reuniones de directivos; se compró loza, cortinas para una casa de huéspedes, tarjetas de saludos para el Día del Trabajador, lienzos, pinturas y materiales de ferretería.

Es decir: casi cualquier cosa, excepto brindar apoyo a alumnos socieconómicamente vulnerables.