Descubre las 3 razones para alegrarte de tus fracasos

En la vida hay que ver el fracaso como un videojuego: si fallas lo vuelves a intentar. Si fallas de nuevo, practicas más o cambias de estrategia.

En la vida profesional uno siempre tiene el miedo de cometer algún error y que lo despidan, perder dinero en un negocio o dudar si es que escogiste la carrera correcta. Pero si algo de esto llegase a pasar, uno siempre tiene que enfrentarse a los hechos.

Es por eso que el sitio Lenguaje Corporal, nos da a conocer tres simples pasos para sonreír cuando fracases:

Los fracasos te hacen ver tus puntos débiles

Con la comodidad del éxito, es posible que te cegues a algunos errores y debilidades que podrían afectar tu desempeño en el trabajo. Esto podría provocarte una crisis o estancarte.

Los fracasos sirven para auto evaluarte y ver qué estás haciendo mal. No debes comentarlo con nadie, solo contigo mismo. Una vez que detectes qué fue lo que hiciste mal o los errores que comúnmente cometes, corrígelos para no tropezar dos veces con la misma piedra.

Los fracasos te obligan a planificar a largo plazo

Al desarrollar un proyecto o una empresa nueva, lo más probable es que tu estrategia sea reactiva: reaccionar a los problemas en función de como lleguen. Sin embargo, los fracasos te enseñan dos cosas: planificar mejor, para prevenir que no se repitan los mismos errores, y a prever este tipo de emergencias en el futuro. Quizás al cometer un error, este te permita ser más precavido en el futuro.

Los fracasos te enseñan a hacer de ellos parte de tu cultura

Cuando cometas un fracaso, a medida que pase el tiempo y veas hacia atrás, notarás dos cosas: el problema no era tan grande y si te pasara de nuevo, reaccionarías con más calma. Esto ocurrirá una vez que te des cuenta de que eres capaz de equivocarte, pero también de saber salir adelante de nuevo. Es por eso que es bueno hacerlos parte de tu cultura y saber que el día de mañana puede ocurrir alguno.