Berríos, Aldunate y Puga: los estilos de los curas que Ezzati puso bajo examen
El cuestionado grupo al interior de la Iglesia tiene posturas que muchas veces han estado en desacuerdo contra el seno de la institución. Acá algunos episodios y declaraciones que han generado críticas.
Aldunate, Puga y Berríos tienen más en común que la sola sotana. Los tres sacerdotes, que el cardenal Ricardo Ezzati puso “bajo examen” la semana pasada al enviar al Vaticano sus posiciones valóricas expuestas en medios de comunicación, son considerados “díscolos” dentro de la Iglesia Católica, tanto por sus duros cuestionamientos al rol de la institución como por sus visiones sobre la sociedad, que en la mayoría de las ocasiones escapan del conservadurismo de ese sector.
Dos de ellos son miembros de la Compañía de Jesús y el otro -Puga- decidió décadas atrás ser un “cura obrero” y no unirse a ninguna congregación. El grupo también tiene posturas a favor del aborto, marihuana, matrimonio igualitario y adopción homoparental. También han aplaudido la reforma tributaria y la educacional.
Sus posturas han sido críticas con el seno de la Iglesia Católica chilena, conceptos que van en la línea con el cambio y apertura que está viviendo la institución a nivel mundial, de la mano del Papa Francisco.
Los tres sacerdotes también tienen un origen común: vienen de los sectores más acomodados del país, de la llamada “elite”, de la que decidieron escapar para dedicarse de lleno a la Iglesia, aunque particularmente junto a los más pobres.
Puga, el aristócrata
El sacerdote dio una entrevista a La Segunda donde explicó su visión del caso Karadima. Puga contó que un amigo le preguntó en tono de broma: “Oye, cura culiao, ¿voh vai a seguir en esta iglesia de maricones que se cagan a los cabros chicos?”. Ante la pregunta, el sacerdote respondió: “¡Pero si la iglesia es de traidores desde el origen! ¿O no encontrai maricón a Pedro cuando niega a Jesús o a Judas cuando lo vende por 20 monedas?”. “Ah, me cagaste”, le respondió su amigo. Puga agregó: “Tenemos que darnos cuenta que la iglesia la creó Jesucristo, y que somos nosotros, tú, yo, un santo como el Papa y un traidor como Karadima los que estamos adentro”.
El sacerdote es hijo de Mariano Puga Vega, ex embajador, ex senador y fundador del Partido Liberal en el siglo pasado, y de Elena Concha Subercaseaux, heredera de las viñas Concha y Toro. Junto a su familia vivió en un palacete de estilo francés, con viñas, prados, laguna y una colección de carruajes ingleses. De grande estudió en el colegio The Grange.
Pero cuando Puga estudiaba arquitectura en la Universidad Católica conoció el campamento San Manuel y su “mundo” cambió. Observó que la gente construía sus casas con lata, cartón y vivía hacinada en el barro. “¿Qué trabajo de vivienda podía hacer ahí?”, se preguntó varias veces, según contó a Revista Paula en una entrevista. Comenzó a ir todos los fines de semana a ayudar.
Eso fue en la época del Padre Hurtado. “Mucha gente me decía que tenía que conocerlo. Y una noche lo visité. Le conté que estudiaba arquitectura, que tenía una vocación religiosa, bla, bla, bla. Pero el Padre Hurtado me interrumpió –como solía fulminar a sus interlocutores”, dijo. Le contó lo que vivía en el campamento San Manuel y el Padre Hurtado escuchó complacido: “siga así, patroncito. ¿Qué más puedo decirle?”. Allí se selló cuál sería su destino.
El trabajo de Puga lo llevó a la Villa Francia, vivió la dictadura, vio morir a los suyos. En Democracia, continuó como párroco de La Legua por una década. “Vi morir a 104 personas. Detenciones, asesinatos, drogas, muchos suicidios”, dijo una vez.
Aborto: “La ciencia médica es la tiene que decir cuándo hay una persona. En eso hoy, en el campo creyente y no creyente, hay posiciones para los dos lados. Pero para las tres causales que se plantean, en el caso cuando está en riesgo la vida de la madre, la Iglesia ya está clara en eso. Cuando es caso de violación, lo normal es que lo dé en adopción, pero creo que cuando una niña es incapaz de mantener psicológicamente esa situación, hay que aplicar el mismo criterio que el riesgo de la salud de la madre. ¿Por qué la salud biológica y no la salud mental? Y en la causal de la inviabilidad del feto, con el avance de la ciencia que hay hoy, cuándo es posible saber si esa persona va a vivir o no, hay que dialogarlo. Y, en último caso, ¿quién va a decidir? La mamá, pues. Hay que dejarlas que decidan en esos casos límites”.
Homosexuales: “La Biblia dice que nacieron así y la ciencia también. El Dios creador permitió, a través de la evolución, que se llegue a producir este tipo de hombre o de mujer. Quién eres tú o yo para prohibir que alguien ame a una persona igual a sí mismo. ¿Quién soy yo para impedir eso? ¿De dónde? Esto lo hablé con Pepe Aldunate el otro día. Ahora, de ahí a que se acepte… hay tanta traba cultural entremedio”.
Iglesia Católica: A veces la Iglesia, un sector de ella, se abre a Jesús y la utopía de la fuerza de su espíritu. Es una Iglesia sensible al pueblo, a los pobres, a una humanidad distinta. Otra veces se da otro aspecto, buscan seguridad, riqueza y aliarse con el poder. Ahí traicionan a Jesucristo. Toda la vida ha sido esa lucha. Cuando Judas vendió a Jesucristo, ganó ese sector de la Iglesia. Cuando Pedro negó a Jesucristo, ganó ese sector de la Iglesia. Y terminaron matándolo. Eso va a ser siempre”.
Berríos, el mediático
Cuando estuvo al mando de “Un techo para Chile” quiso hacer una propaganda en Navidad que imitara a San Jose y a la Virgen golpeando las puertas para pedir alojamiento. El director de TVN de ese entonces le negó la posibilidad argumentando que “el canal es de todos los chilenos”. “Le dije que era ridículo y que entonces sacaran al Viejo Pascuero porque es el dios del consumo y creo que la mayoría de la gente cree en el dios del consumo representado en Navidad por el Viejo Pascuero”, acotó Berríos.
Felipe Berríos estudió en el Colegio San Ignacio del Bosque y está en la Compañía de Jesús desde 1977. Volvió hace unos meses a Chile tras pasar 4 años en África. Al igual que Puga y Aldunate, ha tomado una posición pública que es crítica de la Iglesia. Aunque a diferencia de los dos, Berríos no cuenta tanto con el trasfondo de “cura obrero”.
Ha trabajado como capellán de colegios de élite como La Maisonnette y el Villa María y fue uno de los creadores de “Un Techo para Chile”. Se hizo un nombre desde la posición de columnista en la Revista Sábado de El Mercurio, donde acuñó en un artículo el término de las universidades “cota mil”, refiriéndose a las casa de estudios ubicadas en el barrio más alto de la capital y como muchas familias de clase alta nunca salen de su círculo.
Este hecho motivó una denuncia ante el Vaticano por parte de Ezzati, según reconoció el propio Berríos en entrevista con la Segunda hace una semana: “El cardenal (Ezzati) y los obispos estaban molestos, incluso escribieron a Roma por esas declaraciones. Ellos tienen el derecho de enojarse, de no estar de acuerdo conmigo y de expresarlo. Pero no son dichos a la galería, son cosas que digo porque las pienso en conciencia y no puedo ir en contra de mi conciencia. Si eso genera una sanción, lo asumiré con sencillez. Pero está mi derecho a opinar”.
Iglesia: “Ha caído en el lenguaje del secretismo, de verdades a medias y la gente se ha acostumbrado a ver entre líneas, ver complots y cosas por el estilo”.
Elite: “Vive preocupada de unos ritos sin contenido, que viven llenos de miedo y buscando una salvación, que dios se las da gratuita, pero ellos quieren comprarla con buenas acciones”.
Aborto: “Los católicos pensamos que es en el momento de la concepción, el momento en que óvulo se une con el espermatozoide. Hay otras personas que piensan que es persona cuando se empieza a gestar todo el sistema nervioso central. Pero yo no tengo derecho a pensar que son asesinos los que piensan asi, tengo que respetar las opiniones distintas. Yo no puedo disponer mi manera de pensar, hay muchas cosas que son licitas pero son inmorales. Es licito que la universidad católica construya un hospital en San Carlos de Apoquindo, pero es inmoral. Lo mismo con la Universidad de los Andes. Construir esos hospitales mata, porque hay gente en la periferia que no tiene acceso a estos hospitales, donde, por cierto, ya hay clínicas de primer nivel”.
Homosexuales: “Son hijos de Dios, Dios los creó homosexuales y lesbianas, y Dios está orgulloso que ellos sean eso. El problema está en nosotros. Yo soy célibe, yo abandoné tener hijos y mujer, porque entiendo que la sexualidad es mucho más profunda que un instrumento de reproducción”.
Reforma educacional: “Se ha puesto el acento en defender la libertad de la educación, pero no se ha puesto el acento en la libertad de poner a mi hijo donde yo quiera, eso hoy no es así”.
Aldunate, el defensor
Durante años fue el encargado de guardar la llave de Villa Grimaldi una vez que se cerró el portón de forma simbólica, al crearse el Parque por la Paz. Aldunate conservó esa llave hasta un acto en homenaje a su trayectoria el Día de los Derechos Humanos, el 10 de diciembre de 2011. “Entrego el encargo de mantener siempre viva la memoria en Villa Grimaldi y mantener el Parque Por la Paz. Para mí es una enorme satisfacción que se haya recuperado este lugar. Siento que mi vida no fue en vano”, dijo esa tarde.
Es considerado “cura obrero”, absolutamente alejado de las congregaciones o de la estructura más clásica de la Iglesia Católica. Vivió en Inglaterra, estudió en Roma y Buenos Aires, también en Chile; trabajó con Alberto Hurtado en la Acción Sindical Chilena y fue duro contra la dictadura militar y férreo defensor de los derechos humanos.
Para Aldunate, la herencia que dejó el padre Hurtado fueron dos de sus grandes lecciones: la importancia de la justicia y la opción por los pobres. Desde entonces se dedicó de lleno a ello, así como a la defensa de los derechos humanos en dictadura.
Entre los años 1975 y 1995, Aldunate escribió los editoriales de la revista “Policarpo”, de circulación clandestina, debido a que denunciaba las violaciones a los derechos humanos ocurridas en ese periodo. Hace poco tiempo, Aldunate donó toda su colección al Museo de la Memoria para su consulta libre. El sacerdote se encargó del financiamiento y de la distribución de los caso mil ejemplares que se hacían dos veces al mes.
Hoy a sus 97 años, es considerado un díscolo, controvertido por sus declaraciones y posturas que no concuerdan muchas veces con las de sus pares en la Iglesia Católica.
Aborto: “La solución no es prohibirlo, como ahora, porque eso ha demostrado que no soluciona el problema. Es más, lo acrecienta. Muchos dicen que si se legalizara aumentarían los abortos, no es así. En los únicos países donde hay más abortos, es donde está prohibido. Ignorar este problema es realmente criminal. ¿Cómo me explica usted esa ignorancia?”.
Homosexuales: “La iglesia católica piensa que un matrimonio de homosexuales es contrario a la naturaleza. A veces no comprenden que la homosexualidad puede ser algo natural, que tal vez tenga su origen en los genes, o en la educación primera, vaya a saber, pero es una condición del individuo, no una enfermedad. Hay que buscar una opción de vida conforme a su condición. Eso la Iglesia no lo ha captado. En parte hay razones bíblicas para negarse, pero que son erradas”.
Curas: “Un cura no está hecho para hacerse rico y mucho menos para acumular una fortuna. Eso no está bien. Jesús nos pidió que, ante todo, nos preocupemos del pobre y que los pobres sean el centro de atención de la Iglesia. Y no los ricos. Entre ricos y pobres, hay que atender en primer lugar al más pobre. Y cuando uno lo ha atendido, uno puede recién atender al rico. El rico puede esperar”.
Educación: “Soy partidario que la enseñanza primaria y secundaria sean gratuitos para todo el mundo y que sean sostenidos por el Estado. Pero en la universitaria tengo mis dudas. Soy de la idea en que la enseñanza universitaria aceptemos el lucro”.
Política: “Me encontré muchas veces con el PC y nos entendimos bastante bien. Pero los partidos políticos no me gustan. Son demasiados cerrados. Y a mí me bastaba con ser cura nomás”.