Todo mal en Penta: Délano y Lavín enfrentan querella por más de 2.000 millones
Esta acción fue anunciada por el empresario Jorge Charbin Lautaris, quien presentará antecedentes de presunto abultamientos ilegal de los gastos a través de contratos con empresas pertenecientes a Penta, pérdidas anómalas y la denuncia ante el SII contra Penta Capital de Riesgo (PCR) e Inversiones Penta III.
Siguen los dolores de cabeza para Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín, ya que a las indagatorias por el caso Fraude al FUT y el financiamiento irregular de campañas políticas se suma una nueva querella por los delitos de estafa y apropiación indebida por un monto superior a los 2.000 millones de pesos.
Esta acción fue anunciada por el empresario Jorge Charbin Lautaris, quien presentará antecedentes de presunto abultamientos ilegal de los gastos a través de contratos con empresas pertenecientes a Penta, pérdidas anómalas y la denuncia ante el SII contra Penta Capital de Riesgo (PCR) e Inversiones Penta III.
Charbin se asoció con PCR en julio de 204 para hacer crecer su empresa Vidriería La Argentina, creando la sociedad PH Glass, la cual tenía un capital de poco más de 1.500 millones de pesos, y donde el 70% de la propiedad quedó en manos de Penta III Limitada, mientras que el 30% se repartió entre Vidriería La Argentina (VL) y Charbin Lautaris como persona natural, consigna The Clinic.
Sin embargo en 2005, “pese a que PH-Glass pasaba por apuros económicos, Penta ejecutó contratos de asesorías con sus empresas relacionadas por 25 millones mensuales que se extendieron por cuatro años”, entre los que destacan arriendos de “segundas oficinas” a la Inmobiliaria Penta por 10 millones de pesos en dependencias del edificio central del holding y otros 15 millones por asesorías financieras a los especialistas del grupo.
En tanto, Penta realiza un aumento de capital en 2009 por 4.200 millones de pesos para así pagar las deudas mantenidas con empresas relacionadas con el holding, lo que hizo que Charbin renunciara.
Así, el abogado Giorgio Marino, quien patrocina la causa, declaró que “mi cliente fue socio de PCR y (…) director de una de las empresas que conforman el grupo. En ese contexto pudo revisar las irregularidades que finalmente fueron denunciadas y motivaron su renuncia al directorio”.
“El dinero de las personas, sobre todo cuando está puesto como una inversión, renta. (En este caso) esa rentabilidad desapareció. Jorge nunca más volvió a ver un peso de toda su inversión; finalmente todo ese dinero se perdió”, señaló Marino.