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27 de Octubre de 2014

Cómo enfrenta Chile y el mundo el Ébola según Médicos Sin Fronteras

El portavoz de MSF explicó a El Dínamo cómo opera la enfermedad, cuáles son los protocolos que maneja la organización y opina cómo está funcionando en Chile y el resto del planeta.

Por Daniel Martí­nez G.
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El viernes pasado, las autoridades sanitarias confirmaron el primer caso de ébola en Nueva York. Se trataba de Craig Spencer, un médico de la organización Médicos Sin Fronteras (MSF), quien regresó a Estados Unidos luego de estar tratando víctimas en África Occidental, lo que generó nuevos temores sobre la propagación de la enfermedad.

La organización explicó que el médico no tenía síntomas, debido a que los estaba controlando constantemente, por lo que no era contagioso. Desde Bogotá, Colombia, el portavoz y presidente de MSF para América Latina, Jonathan Novoa, explicó a El Dínamo cómo opera la enfermedad, cuáles son los protocolos que maneja la organización y opina cómo está funcionando en Chile y el resto del planeta.

-La semana pasada alcanzaron los mil sobrevivientes con los tratamientos de MSF. ¿Por qué han sido más efectivos que los aplicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), por ejemplo?

-Son tres factores principales. MSF viene respondiendo a brotes de ébola desde 1995, casi 20 años de experiencia y a lo largo de estos años hemos aprendido mucho sobre cuáles son las medidas son más efectivas para contener un brote de este virus. El segundo es que cada vez tenemos más personal experimentado, lo que hace que se generen menos errores tanto en el manejo de la enfermedad como en el aislamiento de los pacientes. Y la tercera es que hemos ido desarrollando protocolos bastante comprensivos, que utilizamos al pie de la letra, tanto en cómo organizar un centro de aislamiento, con medidas muy estrictas de ingreso de personal, de manejo de desechos, material biológico, cómo vestirse y el manejo de cadáveres.

-Y en base a esta experiencia y teniendo en cuenta que vienen haciendo tratamientos desde 1995, ¿por qué crees que el brote de ébola explotó ahora y no hace un año?

-Este brote ha sido distinto a los otros. Pasa por cambios en el comportamiento de la gente: El ébola normalmente se encuentran en África central en zonas muy rurales, por lo que el seguimiento de los pacientes era más fácil, ya que había menos movimiento hacia otras comunidades o a capitales. Esto hace que se propague mucho más rápido. En mayo empezamos a comprender que esto podía ser una epidemia mayor, sobre todo por la falta de información de la gente. El ébola se vuelve más contagioso a medida que la enfermedad progresa. Cuando uno desarrolla el primer síntoma, generalmente fiebre, no es tan contagioso. Lo es cuando aparece diarrea, vómitos o sangrado, que es la vía de contagio. Lo curioso del ébola es que es mucho más contagioso cuando una persona está a punto de fallecer o fallece. Por ende, cuando más se propaga la enfermedad es en el rito funerario, ya que en estos países tienden a manipular mucho el cadáver como parte de su tradición funeraria, que implica más personas que están en contacto con el cadáver y por más tiempo, entre 8 y 12 horas y vienen desde muchos lugares. Esos también son factores importantes de por qué se ha propagado tan rápido.

-Mencionaste que en mayo de este año advirtieron que esto podría ser un brote mayor. ¿Hay una irresponsabilidad de gobiernos y organizaciones de no prevenir a tiempo?

-Nosotros pensamos que sí. Cuando se hizo la primera alerta de que esta epidemia podía ser una sin presentes, la OMS nos llamó alarmistas. Por supuesto que fuimos alarmistas porque sí ha habido una falta de precisión y de escuchar a los equipos de terreno, que tenemos mucha experiencia en este lugar. Pensamos que sí hay una responsabilidad de estos organismos de no haberse preparado a tiempo y no haber escuchado nuestro llamado de que esto podía haber desencadenado en lo que desencadenó. Ojalá que la OMS pueda tomar esta experiencia como una lección aprendida y asuman una responsabilidad institucional.

-¿Desde Chile se han comunicado con ustedes para asesorarse o utilizar los protocolos del ébola?

-MSF está enfocado en la respuesta de la epidemia en varios sectores de África, donde hemos dado apoyo a los gobiernos y a las instituciones para contener el brote, lo que ha sido efectivo. Normalmente, la institución encargada de dar apoyo técnico a los gobiernos es la OMS y nosotros no tenemos ningún tipo de proyecto en Chile. Consideramos que cualquier tipo de apoyo debiera estar orientado por esa institución.

-La semana pasada el gobierno de Chile adoptó el protocolo creado por la MSF, que es más exigente, tras una mala implementación del de la OMS. ¿Cómo lo reciben ustedes?

-Si eso va a contribuir a que Chile pueda afrontar de mejor manera la llegada del virus, bienvenido sea. Nosotros estamos enfocados en tratar la enfermedad allá (África) y cualquier uso que se le pueda dar al protocolo debe estar direccionado por la OMS. Ellos tienen protocolos que son basados seguramente en los nuestros y organismos en Estados Unidos. El protocolo es propiedad de Médicos Sin Fronteras como para usarlo por completo, pero si algo va a ayudar como una base, está bien.

-En países más desarrollados ha habido fallas importantes en los protocolos de seguridad entorno al virus, ¿pueden hacerlo mejor países menos preparados tecnológicamente como los latinoamericanos?

-No se trata de tener un procedimiento correcto o no. Es importante saber que es distinto armar un centro de aislamiento en un terreno vacío, que es lo que hacemos nosotros para tratar el ébola, y otra cosa es implantar un protocolo en un centro hospitalario existente. Lo más importante es que no existe el riesgo cero, nadie está exento de contraer el ébola por más que se tomen todas las medidas. Nosotros llevamos tres casos de personal que ha dado positivo para el ébola, a pesar de que tomamos todas las medidas y que nuestros protocolos son súper estrictos. Lo que sí se trata es ser muy detallista a la hora de implementar esto y que tener claro cómo es el circuito completo de atención, desde que llega una ambulancia, por dónde deben ser los traslados y qué tipo de desinfecciones se deben hacer en ese tránsito tanto para el paciente como para el personal. El personal tiene que tener mucho más cuidado a la hora de desvestirse mucho más que a la hora de vestirse, proceso que dura el doble porque ya tuviste contacto con la persona. Es ser muy detallista, seguir cada paso y que estos estén bien determinados.

-En España murió un hombre que tenía el virus y el personal del lugar no quiso atenderlo por miedo a contagiarse. ¿Se ha generado un mito o miedo exacerbado entorno al contagio?

-El desconocimiento siempre genera mucho miedo. Es importante que la gente sepa cosas básicas, que podrían influir en este miedo. Por ejemplo, una persona no va a ser infecciosa si no está enfermo, es decir, sin síntomas. Si una persona viene de África, toma un avión y a los 4 días se enferma, esta persona no va a haber contagiado a las personas del avión. Lo segundo es que la enfermedad se trasmite con contacto directo de fluidos, no del aire. Ese miedo colectivo es difícil que se reduzca a cero. La verdad es que no es muy fácil contagiarse. Solo quizás si es una persona que estuvo en alguno de esos países y si es que tiene alguno de esos síntomas.

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