Con flores de hojalata: Pampinos conmemoraron a sus muertos en cementerios de las ex oficinas salitreras
Con entusiasmo y nostalgia los pampinos realizaron tradicional romería a los campos santos del desierto. El recorrido incluyó los cementerios de las oficinas Salitreras de Ricaventura, Empresa, Coya Sur y Vergara, junto a los de Pozo Almonte y las oficinas de la Salitrera Aguada, Catalina, Dolores y Agua Santa.
En el marco de la conmemoración del Día de Todos los Santos, el 1 de noviembre, más de 150 pampinos participaron de la tradicional romería a los cementerios del desierto, actividad que ya forma parte de las vidas de las personas que dejaron a sus seres queridos en los campos santos de las ex oficinas salitreras de la Región de Antofagasta y Tarapacá.
El recorrido partió en María Elena, con cerca de 70 personas que peregrinaron en buses por los cementerios de las Oficinas Salitreras de Ricaventura, Empresa, Coya Sur y Vergara, acompañados del sacerdote de la comuna, del Gerente de Sustentabilidad de SQM, Pablo Pisani y una banda de bronces, se realizó una ceremonia en conmemoración de las personas que descasan en estos campos santos.
En Tarapacá, participaron 80 personas en la romería que recorrió los cementerios de Pozo Almonte, las oficinas de la Salitrera Aguada, Catalina, Dolores y Agua Santa. Esta visita, al igual que la realizada en salitreras de la comuna de María Elena, tuvo una motivación adicional, que fue el llevar a los deudos, especialmente los más antiguos y menos visitados, las tradicionales coronas de hojalata que se confeccionaron durante meses en el taller “Flores de Hojalata”, curso que fue organizado por SQM y apoyado por la Corporación Museo del Salitre.
“Estamos felices de rescatar esta tradición, ya que estamos haciendo un tributo a la gente de la pampa que se quedó aquí en los cementerios, y les venimos a dar estas coronas que hemos hecho con mucho esfuerzo. Estamos concretando el sueño de rescatar esta tradición a través del taller de flores de hojalata. Estas coronas las estamos entregando aquellos que nunca son visitados y que fueron parte de esta pampa”, explicó emocionada, María Moscoso, oriunda de Humberstone y actualmente profesora del taller “Flores de Hojalata”.
Las clases se desarrollaron en Iquique y María Elena, y en ella participaron en promedio unas 40 personas por localidad. Gracias a este taller, los participantes aprendieron las técnicas de preparación de plantillas para la confección de flores y hojas, cortado y trabajo de la hojalata y armado de coronas.
Pablo Pisani, de SQM, señaló que “estamos orgullosos de estar hoy en esta peregrinación, que con motivo de la realización de los talleres de “Flores de Hojalata” y que dio vida a estas hermosas coronas que hoy venimos a entregar y que rescatan el legado histórico y cultural de la pampa salitrera. Con esta actividad estamos haciendo que las tradiciones perduren en el tiempo y sean conocidas por las futuras generaciones”.
Taller de Flores de Hojalata
La metodología que se extiende por cuatro meses se inicia con el proceso de motivación de los participantes, a quienes se les da a conocer el marco teórico, práctico y vivencial del arte funerario.
Durante las primeras semanas se elaboran las plantillas de cartón; para luego proseguir con los moldes y la confección de flores en hojalata para concluir la confección de las coronas con los detalles y pintado.
Las coronas son producto de un trabajo colectivo en serie, sin autor específico, para la confección de cada pieza se desarrolla un trabajo aunado y complementario, apoyado por la monitora, María Moscoso. Estas coronas se caracterizan por sus coloridos y brillo, el objetivo es hacer flores de diferentes tipos y que cada una de ellas se asemeje a las naturales.
Según, si el destinatario es niño o adulto la corona se confecciona, al igual que antaño, en diferentes formatos, las más grandes que pueden llegar a tener un contorno de un metro las que son destinadas a los mausoleos de mayor tamaño.
En el pasado las flores se hacía a partir de los desechos de tarros y calaminas, e inclusive algunas de ellas eran de latón, estas últimas eran fabricadas por los obreros en las fundiciones, y todavía se pueden apreciar algunas coronas en los cementerios de la pampa.