Pekín limpia su cielo para que Obama, Putin y líderes APEC no aspiren su smog
La cumbre ha llevado a ciudades del norte de China a parar la calefacción a carbón, e incluso a prohibir la costumbre de quemar la ropa de familiares recientemente fallecidos.
Vacaciones para que la población no saque el auto, ciudades enteras sin calefacción o hasta prohibiciones en el reparto de leche en camionetas son algunas de las muchas medidas que Pekín y sus alrededores han lanzado con un sólo objetivo: que los líderes de Asia-Pacífico no conozcan el infame “smog” pequinés.
La capital china acoge los días 10 y 11 de noviembre por primera vez en su historia la cumbre anual del Foro de Cooperación Asia Pacífico (APEC), con la presencia entre otros de los presidentes de EEUU, Barack Obama, y Rusia, Vladímir Putin, lo que para Pekín supone el evento más internacional desde las Olimpiadas de 2008.
Ello ha llevado a las autoridades pequinesas a poner en marcha unas medidas de choque contra la contaminación que no se recordaban desde aquel entonces.
Por ello, muchas fábricas de Pekín, la vecina Tianjin o la provincia de Hebei, que rodea a la capital y donde se sitúan las ciudades más contaminadas del país, han cerrado estos días o se ha limitado su producción por orden gubernamental.
Se calcula que los cierres temporales de industrias altamente contaminantes como las siderúrgicas o las cementeras podrían recortar medio punto el PIB local durante los meses de octubre y noviembre, según previsiones de los economistas.
Dieciséis equipos de inspección han sido organizados para velar que estos recortes en la operación industrial se cumplen, ya que en un país donde los líderes locales están obsesionados por el crecimiento del PIB a toda costa, las autoridades miran hacia otro lado cuando se trata de aplicar medidas medioambientales.
La cumbre ha llevado también a ciudades del norte de China a parar la calefacción, que gran parte del país es alimentada por el contaminante carbón, una medida que de seguro no gustará a muchos residentes de una región donde las noches ya son frías y otros años por estas fechas tienen su hogar caldeado.
No son las únicas fuentes de humos que se han reducido estos días, ya que también se ha prohibido hasta el 15 de noviembre la costumbre de quemar en hogueras ropas de familiares recientemente fallecidos, práctica muy habitual en los rituales funerarios del país asiático.
Los chinos creen que a la muerte de un familiar se pueden quemar sus ropas para que le lleguen al más allá, pero por culpa del APEC los finados estos días tendrán que esperar al menos hasta la segunda mitad del mes para poder abrigarse en la vida de ultratumba.
Junto a estas medidas antihumos, otra acción destacada para luchar contra el “smog” ha sido limitar en Pekín y otras ciudades de la región la circulación de vehículos privados, aplicando el mismo sistema de restricción vehicular que en los JJOO de 2008: los días pares no circulan los autos de matrícula impar y viceversa.
Con esta medida, que se aplica del 1 al 12 de noviembre, se espera reducir el tráfico en la zona un 35 por ciento.
Además se prohíbe que circulen las camionetas y triciclos de reparto de leche, muy populares en China, o los servicios de mensajería.
Éstos últimos pueden ser los grandes damnificados por el APEC, porque su cumbre anual se celebra en la jornada con más trabajo del año para los mensajeros, el “Día de los Solteros” (11 de noviembre), en el que las webs de comercio por internet tiran los precios por los suelos y los pedidos se multiplican.
Con el fin de facilitar las reducciones de tráfico se ha dictado en Pekín una vacación extra, del 7 al 12 de noviembre, para funcionarios públicos y escuelas, aunque a cambio estos colectivos tuvieron trabajo -o clase- el pasado domingo 2 de noviembre y volverán a tenerlo el sábado día 15.
Todas estas medidas han tenido por ahora un relativo éxito, ya que en los pasados días Pekín ha disfrutado de esos espléndidos cielos azules que cada vez son más raros de ver en la capital, aunque organizaciones como Greenpeace han criticado esta campaña cortoplacista y de “decorado” para los visitantes.
“Un aire limpio no sólo debería ser para los dignatarios, sino también para los residentes de la ciudad“, señaló el responsable de clima y política energía de Greenpeace China, Li Shuo.
“Las medidas temporales sólo dan resultados temporales”, señaló a Efe Li, quien considera “una vergüenza” que medidas así de drásticas no se hayan dictado en otros momentos de 2014 en los que el índice de contaminación atmosférica en Pekín ha sido muy grave.
Para colmo, el enorme esfuerzo de Pekín estos días podría ser en vano, ya que los meteorólogos han predicho niveles de “smog” entre moderados y altos para los días de la cumbre, por lo que es posible que Obama, Putin, Enrique Peña Nieto, Ollanta Humala o Michelle Bachelet respiren aire contaminado.
Si así ocurre, Pekín podría perder puntos para los siguientes grandes eventos internacionales que prepara, los Mundiales de Atletismo de 2015 y las Olimpiadas de Invierno de 2022, aunque para este último de momento es sólo candidata.