La insólita historia de la bomba que a Gendarmería no le importó
En tanto, la versión oficial apunta que un jardinero encontró la bomba en la mañana del 6 de noviembre en el bandejón cercano a la División Metropolitana de Gendarmería y dio aviso a Carabineros, quien retiró el artefacto del lugar.
La bomba encontrada junto a uno de los pilares de la Línea 5 del Metro, en plena avenida Vicuña Mackenna, el pasado 6 de noviembre, fue hallada el día anterior por un trabajador, quien fue ignorado por Gendarmería.
Esto, ya que un obrero descubrió un bolso sospechoso en una de las murallas perimetrales de la Dirección Metropolitana de Gendarmería y se lo llevó a su trabajo, en una construcción. Al abrirlo, descubrió un extintor con una serie de objetos adosados, por lo cual el guardia de la obra le aconsejó que se la llevara a las autoridades.
“Pensó que era una máquina como la que usan los electricistas, pero le dije que eso era una bomba y que se la llevara de acá”, contó el guardia a La Segunda.
Agregó que “de primera no quiso y me pidió que se la guardara, porque se la iba a llevar a la casa, pero después lo convencí y partió a Gendarmería a dar aviso”.
Tras esto, el protagonista de la historia concurrió hasta las oficinas de Gendarmería, donde se limitaron a decirle que “se llevara eso de allí”, por lo que dejó el bolso de la discordia en el bandejón central de Vicuña Mackenna.
En tanto, la versión oficial apunta que un jardinero encontró la bomba en la mañana del 6 de noviembre en el bandejón cercano a la División Metropolitana de Gendarmería y dio aviso a Carabineros, quien retiró el artefacto del lugar.