Nueva estrategia: Pekín estudia instalar "canales de viento" para dispersar la contaminación
Según el Instituto Municipal de Planificación y Diseño de la Ciudad de Pekín, el plan contempla la creación de seis canales de viento en cuatro zonas diferentes del centro urbano: la de Beichen Road y Gulou Street, el distrito financiero, y las áreas de los ríos Shili y Hucheng.
Pekín investiga la posibilidad de instalar seis “canales de viento”, con los que se espera reconducir el aire de la periferia hacia el centro de la ciudad y dispersar así la contaminación del aire, informa hoy el diario Beijing News.
Las autoridades pequinesas están considerando esa posibilidad como un paliativo a los altos niveles de polución que se dan habitualmente en la ciudad, una opción que ya se ha estudiado en otras grandes urbes del país como Shanghái, Nanjing, Hangzhou o Wuhan.
Según el Beijing News, que cita fuentes del Instituto Municipal de Planificación y Diseño de la Ciudad de Pekín, el plan contempla la creación de seis canales de viento en cuatro zonas diferentes del centro urbano: la de Beichen Road y Gulou Street, el distrito financiero, y las áreas de los ríos Shili y Hucheng.
Así, el Instituto de Planificación y Diseño sopesa la viabilidad de construir estas conducciones y publicará los resultados antes del final de año, explica el rotativo pequinés.
El proyecto también plantea la opción de limitar la altura de los edificios, así como su densidad en las calles de Pekín, para, de este modo, facilitar la ventilación del aire contaminado.
Este jueves en Pekín se llegó a registrar una concentración de partículas PM 2,5 -las más pequeñas y más peligrosas para la salud, ya que penetran directamente en los pulmones- de hasta 475 microgramos por metro cúbico de aire, muy por encima del límite saludable de 10 microgramos por metro cúbico recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por ello, la capital china volvió a activar las alertas por elevada contaminación después de la tregua que se ha vivido en lo que va de mes, cuando los cielos de la capital china habían permanecido limpios de contaminación coincidiendo con la cumbre de líderes del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
Para alejar la contaminación de Pekín durante esta cita, a la que acudieron, entre otros, el presidente estadounidense, Barack Obama, o el ruso, Vladimir Putin, se cerraron más de 10.000 plantas de producción, se limitó el funcionamiento de otras 39.000 y se retiraron de la circulación 11,7 millones de vehículos.
Una vez se marcharon los mandatarios, la vida de la ciudad se normalizó y, con ello, regresó la contaminación.