¿Qué es una interpelación y cuál es su objetivo?
Hoy la Cámara de Diputados interpelará al ministro Eyzaguirre. Te contamos qué es y para qué sirve.
Este miércoles 26 a las 17 horas la Cámara de Diputados interpelará al ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, con el objetivo de responder preguntas sobre la Reforma Educacional que el Gobierno lleva a cabo actualmente. El líbelo acusatorio será llevado adelante por la diputada UDI María José Hoffmann.
Pero… ¿sabes de qué se trata una interpelación? Educación 2020 explica de qué se trata:
Una interpelación es una de las tres herramientas de fiscalización al Ejecutivo que tiene el Congreso Nacional, junto con la acusación constitucional y las comisiones investigadoras.
La interpelación consiste en la citación a un ministro de Estado a presentarse ante la Cámara de Diputados para hacerle una serie de preguntas acerca de materias relacionadas al ejercicio de su cargo.
El objetivo de la interpelación es que el Poder Legislativo fiscalice al Ejecutivo, obligándolo a rendir cuentas acerca de un tema relevante que concita dudas, en este caso, la Reforma Educacional.
De acuerdo a la actual Constitución (Artículo 52), un ministro no puede ser citado más de tres veces dentro de un año, sin previo acuerdo de la mayoría absoluta de los diputados en ejercicio.
Para concretar una interpelación, se requiere de la aprobación de un tercio de los diputados en ejercicio. Una vez concretada, supone dos obligaciones para el ministro en cuestión: primero, asistir a la sesión convocada, y segundo, responder al cuestionario de los parlamentarios.
Sin embargo, lo que informe el ministro no tiene poder vinculante ni sancionatorio, pues la ley es explícita en establecer que “en ningún caso los acuerdos u observaciones afectarán la responsabilidad política de los ministros” (Art. 33), considerando que son funcionarios de exclusiva confianza del presidente y por tanto sólo éste puede removerlos de sus cargos.
De acuerdo al reglamento, una vez finalizado el cuestionario del parlamentario/a interpelador/a, los jefes de bancadas –o aquellos que éstos designen– disponen de tres minutos cada uno para realizar precisiones sobre las materias tratadas durante el cuestionario. De los mismos tres minutos dispone el ministro interpelado, tras lo cual se da por concluida la interpelación.