Nieta de Agustín Edwards dice estar "recluida" en Italia tras ser demanda por maltrato laboral
“Los niños dejaron a sus amigos, sus juguetes, su ropa”, aseguró Malú Custer al New York Times.
La trabajadora chilena Felicitas del Carmen Villanueva Garnica (50) denunció el año pasado a sus empleadores, Micky Hurley y su pareja, Malú Custer Edwards, nieta de Agustín Edwards, por llevarla a Estados Unidos “de manera fraudulenta y con el propósito de obligarla a cuidar ilegalmente a sus hijos”.
Una agencia de empleo la envió a la familia en diciembre de 2010, fecha en que comenzó a prestar servicios en nuestro país. La mujer describió su trabajo como “infernal” y con “labores forzosas” que “no eran más que servidumbre involuntaria”. También detalló que fue sometida a innumerables vulneraciones a sus derechos, por lo que entabló acciones legales.
En agosto de este año, en medio de las acusaciones, la pareja se fue de vacacione por tres semanas a Italia. El 6 de septiembre tenía que tomar el avión de vuelta a la ciudad donde residen, Nueva York, pero nada de eso pasó. ¿La razón? El Departamento de Estado de Manhattan negó el ingreso por los problemas legales.
Desde entonces la familia pasa sus “vacaciones obligadas” en Marina de Portofino. “‘Bueno, ¿qué hay de malo en Italia? (…) uno está en cualquier lugar del mundo y piensa que sólo estará un par de semanas, pero luego te dicen que no puedes volver al lugar donde vives”, detalló la nieta del propietario de El Mercurio al New York Times.
“Los niños dejaron a sus amigos, sus juguetes, su ropa”, dijo Edwards, para agregar que “vienes de vacaciones con tu ropa de verano, y de repente hace frío. Paso la mayor parte de mis días comunicándome con los abogados”.
La historia
La familia Hurley Edwards llegó a Nueva York en enero del 2011 provenientes de Chile. Durante su estadía, Malú Custer comenzó a estudiar diseño gráfico en Parsons New School for Design. Además, dio a luz a su hija menor.
Vivían en un departamento en el sector de Upper East Side de Manhattan junto a Villanueva, cuyo empleo duró un par de semanas. Dos años más tarde, la trabajadora demandó al matrimonio ante la Corte Federal de Distrito en Manhattan acusándolos de trata de personas y maltrato.
La ex empleada señaló, en sus alegatos ante el juez, que la pareja le quitó su pasaporte, la encerró en el departamento, la dejó sin comida decente y sin sus medicamentos para la hipertensión. Además, señaló que los niños la maltrataban. De hecho, afirmó que una vez había sido golpeada en la cabeza con la puerta de un refrigerador.
El 10 de diciembre, el juez Alvin K. Hallerstein del Tribunal Federal del Distrito de Manhattan falló en contra de la niñera y desestimó el caso, por lo que el viernes pasado el abogado de la familia en Italia, Nicoletta Montefusco, solicitó que se reconsiderara la denegación del visado.