Alemania está interesada en venderle plantas de energía desmanteladas a Chile
Pueden llegar a ser un tercio más económicas y su ensamblaje es considerablemente más rápido.
La industria energética del país germano hace algunos años ha comenzado a cambiar fuertemente. Atrás han comenzado a quedar las plantas de generación a carbón o gas, dando paso a las provenientes del sol y el aire. El giro hacia las energías renovables no convencionales (ERNC) es tal que para el 2025 debería llegar al 45% del total de la matriz energética.
Es por esto que las empresas “tradicionales” están comenzando a buscar maneras de poder salir del paso ante el escenario negativo que enfrentan. Uno de los nuevos negocios que están implementando es la desmantelarían de plantas de gas para vender a países emergentes. Claro, uno de esos países, sería Chile.
Las principales productoras de energía alemanas, RWE AG y EON SE, quieren abrir el mercado no sólo a Chile, sino que también a naciones asiáticas, la ex Unión Soviética y África.
La razón de porqué los países subdesarrollados estarían interesados en adquirir estas plantas, se explica debido a que son un tercio más baratas que las nuevas, lo que es “atractivo para países en desarrollo”, según afirma el CEO de RAG Mining Solutions, Martin Junker, en una entrevista al diario germano WAZ.
Una planta entera llega a costar US$30 millones (con envío incluido), pero además se pueden adquirir las piezas claves.
Otra ventaja de este tipo de negocios, explica Junker es que “es mucho más rápido desmantelar y ensamblar una planta energética antigua que una completamente nueva”. Además, “entran en operación más rápido”, sostiene.
Los precios de la industria energética alemana han tenido fuertes variaciones debido al cambio en la matriz. De hecho, la transmisión energética ha sido la más afectada, cuyo precio cayó al mínimo registrado en abril de 2004.
Chile por su parte, espera que para el 2025, el 20% de la matriz energética provenga de plantas de energía renovable no convencionales. De todos modos, según la Asociación Chilena de Energías Renovables (Acera), asegura que si se mantienen las actuales inversiones, esta meta se podría conseguir cuatro o cinco años antes de lo estipulado por el Gobierno.