Revelan mail con el que Carlos Gajardo había renunciado a la investigación de Penta

El pasado 17 de febrero, el jefe de la Fiscalía Local de Las Condes, José Veizaga, le informó vía correo electrónico a Carlos Gajardo que se haría cargo de la arista SQM del caso Penta y le solicitó un nuevo número a la causa para comenzar a indagarla personalmente.

“Solicito separar investigación, generando un nuevo RUC respecto de todos los antecedentes sobre esta materia, que seguiré tratando personalmente. (…) Agradeceré me entregues la carpeta con el nuevo RUC a la brevedad”, escribió Veizaga a Gajardo a las 18:16 horas de ese martes, según publicó El Mercurio.

Tras recibir el correo, Gajardo se comunicó telefónicamente con Alberto Ayala para presentar su renuncia a la investigación y luego, a las 18:40, horas se lo hizo saber por escrito al fiscal Veizaga: “A raíz de este correo, acabo de poner mi cargo a disposición del FR”, decía el mail.

Al día siguiente, Gajardo quedó fuera de la causa y se dirigió donde la fiscal nacional (s) Solange Huerta junto a Pablo Norambuena para presentar su renuncia, quien hizo todo lo posible para que ambos fiscales no abandonaran la investigación. Así, le quitó la arista SQM a Veizaga y se la entregó al fiscal Andrés Montes, hijo del senador Carlos Montes, quien en ese momento se encontraba de vacaciones.

Tras las críticas que surgieron por este nombramiento desde los sectores políticos, el fiscal nacional Sabas Chahuán, retomar su trabajo tras sus vacaciones, dio un giro en el tema y asumió él la investigación completa, manteniendo en el equipo investigador a Gajardo y Norambuena, además del fiscal Emiliano Arias.

Tras esto, Gajardo señaló que “es una decisión que personalmente nos pone muy satisfechos y es un respaldo importante a la labor que hemos desarrollado en estos últimos nueve meses en lo que se ha conocido como el caso Penta”, dando cuenta así que lo sucedido no fue realmente una “quitada de piso”, como se pensó en un primer momento, revelando así que todo fue una maniobra para mantener al persecutor en la causa.