Ernesto Silva renuncia a la presidencia de la UDI y Hernán Larraín asoma como sucesor

La decisión de Juan Manuel Escobar de mandar a prisión preventiva a 6 de los 10 formalizados por el Caso Penta tomó por sorpresa a varios, pero en la UDI fue un golpe terrible, una puñalada que dejó heridas profundas en el núcleo de la directiva.

Durante las jornadas previas a la formalización, los líderes del gremialismo se habían mantenido en relativa calma, ayudados por el escándalo que se destapó con Sebastián Dávalos y el caso Caval. Sin embargo, desde hace semanas se comentaba que era cosa de tiempo para que la cúpula del Suecia 286 recibiera el tiro de gracia.

Esta tarde, en la sede de la UDI, Ernesto Silva renunció a la presidencia del partido en medio de uno de los escándalos más grandes que ha enfrentado la tienda en el último tiempo. “Para actuar con fuerza política, la UDI debe estar en unidad, pero en los últimos días, declaraciones de nuestros dirigentes han cuestionado nuestra unidad. Por eso, junto con convocar a Consejo General, presento mi renuncia a la Presidencia de la UDI“, aseguró.

Esta decisión se masticó durante la formalización por el Caso Penta. Por esos días existían muchas voces que apoyaban a Silva, asegurando que “no era necesario” que dejara el cargo, pero luego de la prisión preventiva a Carlos Alberto Délano, Carlos Eugenio Lavín, Pablo Wagner y otros tres formalizados, esos discursos simplemente se esfumaron. Finalmente, durante el almuerzo de hoy se firmó la salida del diputado que el 10 de mayo de 2014 había asumido como “el rostro joven” que venía a renovar los aires del gremialismo.

“La decisión se detona con la formalización y las medidas cautelares a Délano, por su vínculo familiar. En política lo único que te queda es la familia y Silva está metido demasiado adentro“, aseguraron desde el interior de la UDI. En esta línea, en el gremialismo detallan que “se hizo comentario de partido (la eventual salida de Silva) y en un principio se dijo que no era necesario, pero hoy todo fue más claro”.

Quién toma el fierro caliente

El mismo Silva informó durante su renuncia que el Secretario General, Javier Macaya, asumirá hasta el próximo 10 de abril la testera del partido, momento en que se realizará el Consejo General para determinar la nueva directiva, tomando en cuenta que Iván Moreira también renunció a su cargo de vicepresidente.

Sin embargo, desde el interior del partido ya hay líneas claras. Hernán Larraín asoma como sucesor de Silva, por la lógica del “descarte”. Pese a que desde la UDI reconocen que no es “santo de devoción” de la mayoría, sí representa probidad y una imagen seria.

Hay varios nombres, pero ninguno convence tanto como Larraín. Víctor Pérez sonó, pero su postura crítica a la administración Silva generó muchos anticuerpos en el partido, detallan desde la UDI.

Francisco de la Maza, en tanto, fue otro de los nombres que sonaron, pero no estaría en sus planes asumir la presidencia ya que prefiere seguir en su cargo como alcalde de Las Condes.

Otro de los hombres fuertes que suena es el ex ministro de Sebastián Piñera, Andrés Chadwick, pero precisamente su cercanía con el ex mandatario y una eventual candidatura presidencial generan rechazo en las filas del partido.