Obispo Barros: "Jamás tuve conocimiento de denuncias respecto del sacerdote Karadima"
El religioso se defendió tras las críticas desde todos los sectores por su nombramiento en Osorno.
A través de una declaración pública, el Obispo electo de Osorno, Juan Barros, se defendió de las acusaciones que lo califican como encubridor de los abusos que cometió Fernando Karadima.
Su respuesta llega en medio de fuertes cuestionamientos a su nombramiento. El último realizado por el Superior Provincial de la Congregación de los Sagrados Corazones, Alex Vigueras, quien reconoció que los “ha dejado perplejos” la designación de Barros. “No se ha tomado suficientemente en cuenta el hecho de que esté comprometido en las acusaciones de abusos realizadas en contra de Fernando Karadima”, aseguró.
En este contexto, Barros escribió en su carta que “en este tiempo se han difundido una serie de opiniones en relación a mi persona. Jamás tuve conocimiento de alguna denuncia respecto del sacerdote Karadima siendo Secretario del Cardenal Juan Francisco Fresno, y jamás tuve conocimiento ni imaginé nunca de aquellos graves abusos que este sacerdote cometía con sus víctimas. No he aprobado ni participado en esos hechos gravemente deshonestos. Hubo una investigación exhaustiva por instancias competentes civiles y eclesiásticas para discernir las responsabilidades y sanciones. Con la gracia de Dios llevo más de treinta años de Sacerdote y casi veinte de Obispo, y mucha gente me ha conocido en distintas Parroquias y Diócesis con un feliz ministerio”, dijo.
Barros indicó que “me duele profundamente el hondo dolor que por largos años les sigue afectando a las víctimas. Y reitero junto a toda la Iglesia que no hay lugar en el sacerdocio para quienes cometen estos abusos, y que la prevención y la promoción del buen trato deben ser un pilar de nuestro caminar eclesial. Quiero recordar que he adherido plenamente a la sentencia condenatoria de la Congregación para la Doctrina de la Fe al sacerdote Karadima. Como tantos jóvenes y familias, yo llegué a participar a la Parroquia del Sagrado Corazón en tiempos hermosos de espiritualidad y apostolado, pero terminé defraudado por este sacerdote y condeno absolutamente los delitos por él cometidos. El daño que ha causado es enorme”.
“Lamento profundamente el desconcierto producido en miembros del pueblo de Dios y en la opinión pública. Junto a los hermanos Obispos y mi familia hemos padecido estos sufrimientos con la Iglesia, pidiendo que Dios nos ayude a todos a tener claridad y paz. Comprendo a quienes hayan sentido tristeza y molestia, pero confío en que al conocernos y trabajar juntos por la comunidad de Osorno podamos todos ir creciendo con la serena unidad en nuestra tan alegre tarea evangelizadora”, agregó.