Rector Montes y despido de Costadoat: "Los estudiantes de teología no son niños y no se les puede tratar como tal"
Por 21 años fue profesor de la Universidad Católica. Pero el cardenal Ricardo Ezzati decidió no renovar "la misión canónica" del sacerdote jesuita Jorge Costadoat. La razón: una supuesta "tensión" entre la libertad con que la que enseñaba Costadoat y la libertad del establecimiento. El hecho generó molestia y desconcierto en el mundo jesuita, congregación que el año pasado ya se enfrentó a Ezzati, cuando este abrió una especie de inquisición contra tres de sus sacerdotes más emblemáticos.
El ramo que impartía el cura jesuita Jorge Costadoat en la Facultad de Teología en la Universidad Católica se llamaba Cristología. En él enseñaba sobre la construcción de los dogmas en la teología y sobre la Santísima Trinidad. Si bien llevaba cerca de dos décadas como docente de esa universidad, había algo en sus clases que llevó a que el cardenal Ricardo Ezzati -Gran Canciller de la UC- tomara una decisión irreversible: no renovar la misión canónica del profesor e invitarlo a que se desempeñara en otro establecimiento.
El motivo de Ezzati fue que la forma de enseñar de Costadoat producía una “tensión” con la libertad que tiene la Facultad para decidir sus contenidos. “No hay claridad con respecto a la razón”, explicó Rafael García, vicepresidente del centro de estudiantes de la carrera. Y si bien explica que el jesuita no enseñaba “herejías” en sus clases, el cardenal Ezzati tiene la facultad para tomar dicha decisión. Algo que discutirán los estudiantes de teología en una reunión extraordinaria este mediodía para tomar una postura al respecto.
Desde el mundo jesuita, el sacerdote y rector de la Universidad Alberto Hurtado, Fernando Montes, rechazó tajantemente el hecho. “Encuentro inaceptable que a alguien se le despida sin que sepa objetivamente cuál es el motivo”, planteó a El Dínamo. “A mí me parece que a un sacerdote hay que prepararlo para que enfrente verdaderamente las dificultades que se esperan en el mundo. Un estudiante de teología llega con una formación preparada, ya no son niños y no se les puede tratar como tal. Es fundamental que conozcan las controversias que hay en la Iglesia y tengan un posición personal profunda. No se puede tapar el sol con un dedo”, añadió.
Sin embargo, no es primera vez que los jesuitas se enfrentan a una decisión de esta naturaleza. El año pasado, Ezzati, máxima autoridad eclesiástica del país, inició una especie de inquisición contra tres curas de esa congregación -Felipe Berríos, Mariano Puga y José Aldunate- por tener una postura crítica a la tarea de la iglesia chilena. Consultado sobre si los jesuitas se sienten perseguidos, Montes respondió: “Yo espero que no sea así. Habría que preguntárselo a él. Personalmente no me siento atacado. Tengo mucha libertad para hablar, para pensar y espero que eso se reconozca como un derecho. Nosotros queremos ser fieles a la Iglesia, pero la Iglesia tiene que dialogar con el mundo de hoy”.
El hecho provocó especial desazón en Montes, dado que Jorge Costadoat es su superior en la comunidad jesuita. “Está tranquilo, quiere estar retraído, pero solamente porque cree que los dardos están echados y quienes son responsables tendrán que verlo”.
Pese a ello, horas antes, el propio Costadoat escribió en su blog: “Según entendí, él (Ezzati) estima que hay algunos alumnos que no estarían preparados para asistir a un curso de Trinidad y Cristología como el que yo imparto por una razón más bien pedagógica. Muchos son los estudiantes que se han mostrado agradecidos de la forma como he enseñado. Doy mis cursos mostrando en qué consiste la fe de la Iglesia, obviamente teniendo en cuenta el legítimo debate que dentro de la ortodoxia se establece entre los teólogos, tomando yo mismo posición en las materias controvertidas”. A lo que termina diciendo que “no creo que en una universidad se pueda enseñar sin libertad”.
La polémica no terminó ahí. En una declaración pública firmada por cerca de 200 personas del mundo político, académico y religioso, expresando el más “enérgico rechazo”, se señala que “no es sostenible una libertad de enseñanza en la Universidad sin que exista libertad de cátedra. Esta medida pone en duda la misión propiamente universitaria de la P. Universidad Católica de Chile, y ofende el cultivo de la verdad. El Arzobispo pretende custodiarla mediante la coacción sobre la conciencia, en este caso de los académicos”, reza la misiva firmada por el senador Ignacio Walker, el sacerdote Pedro Pablo Achondo (SS.CC.), la ex ministra Laura Albornoz y el diputado Giorgio Jackson, entre otros. Otra crítica que suma Ricardo Ezzati, el jerarca de la iglesia nacional.