Pequeños animales serían los más afectados por el incendio que arrasó con China Muerta
Entre las especies más dañadas están los roedores, reptiles y anfibios pequeños, los que han sido atrapados por las llamas debido a su pequeño tamaño y a su menor movilidad para escapar.
Si bien ya se sabe que van más de 6 mil 500 hectáreas arrasadas por el fuego, el daño total no se podrá conocer hasta que las llamas estén completamente apagadas. Sólo ahí se podrá establecer un mecanismo para para recuperar la zona. Frente a eso, Andrés Meza, gerente de áreas protegidas de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) dijo que “el daño nunca es homogéneo, jamás afecta el ciento por ciento del área afectada”, según consigna El Mercurio.
Si bien las llamas que hace días afectan a la Reserva China Muerta y al Parque Nacional Conguillío estarían controladas, el daño a la zona, hasta el momento, es incalculable.
Sin lugar a dudas, una de las especies emblemáticas de la zona es la araucaria. Su adaptación al fuego depende de la velocidad con que las llamas pasen cerca. “Si pasan rápido, la intensidad es menor y la araucaria tiene capacidad de sobrevivir y continuar su ciclo. Si hay mucha intensidad se consume por completo”, detalló Meza.
Si bien la recuperación de la flora será mediante la reforestación, todo dependerá del daño con el que quede la tierra.
Con respecto a la fauna, las especies que están más afectadas son las de menor tamaño y que no poseen la factibilidad de desplazarse rápido.
Entre las más afectadas están el monito del monte, los roedores, reptiles y anfibios pequeños, quienes han sido atrapados por las llamas.
Las de mayor tamaño, como el zorro culpeo, el puma o el pudú, estarían corriendo mejor suerte, ya que pueden escapar rápido del lugar. De todos modos todo dependerá de que no hayan quedado cercados por las llamas.
Hasta el momento, las cifras entregadas por Conaf detallan que son 6.599 las hectáreas arrasadas por las llamas en la Reserva Nacional China muerta. Mientras que en el Parque Conguillío son más de 60 hectáreas las consumidas.
Hay que recordar que en 2002 un incendio forestal ya había afectado a la zona, alcanzando la reserva Malleco, el Parque Nacional Tolhuaca y una parte del Conguillío.
“En Tolhuaca, en algunos sectores el fuego fue moderado y sobrevivió más del 80 por ciento de las araucarias, pero en otros en que fue más intenso no quedó más del cinco a 10 por ciento”, explica Mauro González, profesor de ecología y dinámica del bosque de la U. Austral.
Pese a lo devastador que pueden ser las llamas, hay ejemplares que consiguen sobrevivir. “Eso les da la posibilidad de recuperarse. Una opción son las semillas, y otras que se quemaron y que eran pequeñas y murieron en el incendio, pueden rebrotar desde las raíces. Eso permite que estos bosques se recuperen en términos de biodiversidad y de individuos, aunque por supuesto no vamos a tener bosques de araucarias con la magnificencia que estos tenían hasta en 200 o 300 años más”.