FOTO | Impacto por enorme mantarraya de mil kilos pescada en Perú
Una turista captó la imagen de los pescadores trasladando al animal con una grúa en el norte del país incaico.
Una mantarraya de cerca de 1.000 kilos de peso fue capturada por pescadores de la caleta La Cruz, en la región peruana de Tumbes, sector fronterizo con Ecuador, según consignan los medios locales.
Una turista que se encontraba en el lugar, consiguió captar la fotografía de la enorme mantarraya, pasado día 18, cuando era traslada por una grúa por los pescadores. La imagen rápida fue compartida por las redes sociales dio la vuelta al mundo debido al llamativo tamaño del animal.
Los pescadores señalan que el animal se enredó en la red de pesca y debido a que no se pudo soltar, lo debieron llevar a la costa.
Erick Cruz, el más joven de la expedición, asegura que “la agarramos, la recogimos y se había enredado tanto que no la podíamos sacar, por lo que simplemente la amarramos al costado del bote y la trajimos a la costa”. La travesía duró cerca de siete horas.
Una vez en el puerto, la carne del animal fue vendida y la cabeza enterrada en la arena.
El fiscal de Prevención del Delito de Tumbes, Félix Quinde Feijoo, solicitó el pasado viernes a los representantes del Instituto del Mar de Perú (imarpe) que le informen sobre el hecho, debido a que se trata de una especie poco conocida en las costs de Perü. A falta de un análisis detallado, el ejemplar capturado podría pertenecer a la especie Manta birostris, conocida popularmente como mantarraya o manta gigante, un elasmobranquio del orden Rajiformes que se diferencia de otras especies por su gran tamaño y por carecer del aguijón venenoso en la cola.
Esta especie de animal puede llegar a medir 8,5 metros de envergadura y pesar casi 1.500 kilos. Su hábitat natural son los mares de aguas templadas de todo el mundo. Su alimentación está basada en plancton, peces pequeños y calamares.
Generalmente, al igual que los tiburones, tienen peces limpiadores o rémoras que se pegan a la parte inferior y consumen las sobras que quedan de su alimentación.
Debido a la descontrolable caza con arpón, en Filipinas, Argentina y el Golfo de México, su población se vio diezmada en los años noventa y por lo tanto se desconoce si está o no en peligro de extinción; en cualquier cosa, se considera una especie en vulnerabilidad.