Incendio en China Muerta afectó a la mitad de la reserva y al 1% del parque Conguillío
Según cifras de Conaf de las 22 mil hectáreas de araucarias que hay en el lugar, las llamas dañaron cerca de 4.500.
Ahora que el fuego no está presente en el Parque Nacional Conguillío ni en la reserva China Muerta, las autoridades y técnicos de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) han podido realizar las primeras evaluaciones para determinar el impacto real de los incendios que afectaron a la zona hace casi dos meses.
“Están completamente controlados y bajo ninguna circunstancia podrían revivir porque ya empezó la época más fría”, detalla Andrés Meza, gerente de áreas protegidas de Conaf a El Mercurio.
Las llamas que afectaron a la Reserva China Muerta, en la Región de la Araucanía, comenzaron el 14 de marzo y recién pudo ser controlado el 6 de abril, mientras que el de Conguillío comenzó el 6 de marzo y extinción ocurrió el 21 de abril.
Según los datos entregados por Conaf, el incendio más agresivo fue el que afectó a China Muerta, el que involucró una superficie de 6.599 hectáreas de un total de 12.825, o sea, más del 50% de la reserva.
Por su parte, el Parque Nacional Conguillío corrió mejor suerte, ya que el fuego pasó por 62 de las 60.832 hectáreas del parque nacional.
“Hay que distinguir entre la superficie afectada, o sea, por donde pasó el fuego, y la realmente dañada, es decir, las especies que se perdieron, calcinaron, desaparecieron de la faz de la Tierra”, aclara. “Solo después del período vegetativo entre octubre y diciembre, vamos a saber cuántos ejemplares están vivos o muertos, si se secaron o no”.
En el caso de las araucarias de China Muerta y Conguillío, de las 22 mil hectáreas posibles de dañar, el fuego afectó a unas 4.500, que equivalen a cerca del 25% de ellas. “Es probable que el daño real sea incluso sobre una superficie menor”.
El área por la que pasó el fuego no sólo incluye araucarias, ya que en la zona también hay coigües y lengas. “En esos bosques hay miles de especies de todo tipo asociadas de flora y fauna”, asegura Meza.
En cuanto a los animales que pueden haber fallecido, el gerente de áreas protegidas asegura que hasta el momento no se han encontrado vestigios de animales muertos porque las prospecciones se encuentran en sus primeras etapas.
“El fuego ha estado presente en esta parte de la cordillera con más frecuencia de lo que imaginábamos. Lo que pasa es que hemos tenido un largo tiempo en que no se había presentado y nos convencimos de que no existían incendios naturales en Chile pero ahora hemos detectado, especialmente este verano, un número importante de incendios provocado por tormenta seca de rayos. Estoy convencido, por eso, de que la respuesta del ecosistema no será del todo catastrófica en toda la superficie afectada”, concluye Meza.