FOTOS | La triste muestra fotográfica que reveló cómo los smartphones mataron nuestra vida social
El fotógrafo Babycakes Romero capturó situaciones cotidianas donde las personas dejan de lado a sus acompañantes para sumirse a las funciones del aparato tecnológico.
En los últimos años los smartphones se han convertido en el objetivo favorito de muchos. Es cierto, su uso nos ha simplificado la vida, pero esto nos estaría afectando más de lo que pensamos, principalmente con nuestro entorno social.
Es cosa de mirar en el Metro y darnos cuenta de cuántas personas van mirando su celular. De esto se dio cuenta el fotógrafo Babycakes Romero, quien presenta la muestra “La Muerte de la Conversación”, donde a través de distintas imágenes revela cómo las personas se ven consumidas por los smartphones en situaciones donde se supone que compartimos en un grupo o con alguien más.
“Era algo que yo veía una y otra vez, y he experimentado de primera mano. Originalmente me llamó la atención, ya que había cierta simetría en estas personas simultáneamente bloqueadas y separadamente realizando la misma acción y apelé al nivel visual, pero a medida que continué me di cuenta de la tristeza inherente del proceso”, comentó al diario británico The Telegraph.
Luego aseguró que “vi cómo la gente los utilizaba como apoyo social para ocultar su incomodidad, para llenar el silencio, pero a medida que continuaba observando y documentando este fenómeno moderno, sentí que los dispositivos realmente estaban causando incomodidad y silencio. Básicamente permiten a la gente retraerse en lugar de participar”.
Según el artista, se está creando una tendencia creciente en la gente, ya que prefieren la comunicación digital que la cara a cara. “Si estás protegido detrás de una pantalla y armado con un teclado no sufres las mismas ansiedades e incomodidades que en persona lo que se convierte en una instancia más deseable”, expresó.
Romero indicó que espera que a través de sus fotografías algunos -al menos- reflexionen en torno a cómo usan sus teléfonos y se cuestionen si lo están haciendo bien.
Hasta el momento, el fotógrafo ha recibido una buena respuesta, y cientos de comentarios, tanto defensivos como de personas que confiesan que han hecho un mal uso de su smartphone. “Espero que ahora, al menos, los que sufren a manos de sus parejas, familias y amigos (por el celular) puedan enfrentar este uso y establecer algunos límites básicos. El auge de los teléfonos inteligentes ha sido tan rápido que no hemos tenido tiempo para trabajar en normas sociales al respecto”, finalizó.