La venganza de las poncheras sexies: los "Fofisanos" son la nueva tendencia
Tienes un novio con el que puedes comer chorrillanas, tomarte algunas cervezas o un buen vino, y que no le interesa que a veces tengas ese rollito que te cuesta tanto bajar. Si es así, cuídalo porque es muy probable que tu hombre sea parte de la nueva tendencia por la cual "suspiran las mujeres".
Primero fueron los metrosexuales, luego los normcore, y ahora último los lumbersexuales. Pero una nueva tendencia parece estar ganando el favor de las mujeres.
Al parecer el gusto ahora estaría en aquellos hombres que realizan ejercicio ocasionalmente, pueden comer ocho trozos de pizza sin problema y que beben cerveza regularmente los fines de semana.
Pero también son capaces de comer sano algunos días de la semana e ir al gimnasio. Esto les da un cuerpo que al verlos no se pueda definir como delgados ni gordos, ya que muchos tienen un cuerpo levemente tonificado pero con una leve “ponchera” (conste que colocamos LEVE).
Estos hombres, según una estudiante regular de la U. de Clemson, eran los que producían una extraña fascinación en sus compañeras. Por eso ella decidió acuñar el término “Dad Bod”, algo así como “cuerpo de papá” en español, y que en redes sociales ha sido renombrado como los “Fofisanos”.
Según la estudiante lo mejor de los “Fofisanos” es que su cuerpo: “no intimida, las hace sentir guapas, invita a dar abrazos, dejan claro que les gusta disfrutar comiendo y bebiendo y su cuerpo, además, no se estropeará tanto con el paso de los años, ni decepcionará tanto en el futuro“.
De esta manera si sales con uno de ellos, lo más seguro es que le guste comer tanto como a ti. Aunque también es muy posible que termines trotando junto a él, tratando de bajar todas esas salidas a comer o invitaciones a disfrutar de la “buena vida y la poca vergüenza”.
Sin embargo, para algunos esta tendencia sería algo sexista, “porque el problema no es lo que dice sobre los hombre, sino lo que dice sobre las mujeres y cómo las tratamos”, ya que ellas así se sentirían cómodas escapando de los altos estándares que siempre hemos impuesto a la belleza femenina.