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20 de Mayo de 2015

Ex Jefe de comisión de constitución de Bachelet: "Sembrar esperanzas casi mitológicas en una AC es un profundo error"

El abogado ligado al PS, Francisco Zúñiga, considera errado "cifrar la Asamblea Constituyente como la fuente de todos los males", aunque defiende una nueva constitución elaborada en el Congreso, ratificada por un referéndum ciudadano, y que en su proceso incluya cabildos y diálogos ciudadanos no vinculantes, tal y como serían los anunciados por la Presidenta para septiembre.

Por Hernán Melgarejo
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Después de detallar las medidas que tomaría el gobierno en base a la propuesta hecha por la Comisión Engel, la Presidenta hizo un anuncio que no dejó a nadie indiferente: “Quiero anunciar que en septiembre, mes de Chile, daremos inicio al proceso constituyente abierto a la ciudadanía, a través de diálogos, debates, consultas y cabildos, que deberá desembocar en la Nueva Carta Fundamental, plenamente democrática y ciudadana, que todos  nos merecemos”.

De inmediato las dudas se multiplicaron. ¿A qué se refería la Presidenta con proceso constituyente? ¿Qué significaba esto de los cabildos y consultas? ¿Significa eso una Asamblea Constituyente? Las interrogantes solo podrán ser respondidas por la Mandataria, pero el presidente de la comisión de nueva constitución en el comando de Bachelet, Francisco Zúñiga, da a El Dínamo su opinión sobre algunos de los puntos.

Presidenta de la República entrega informe de cumplimiento de las medidas administrativas de la agenda para la transparencia y probidad impulsadas por el Gobierno

El abogado ligado al PS, que coordinó el trabajo del grupo de expertos que entregó a la Presidenta distintas propuestas para cambiar la constitución, se ha mostrado partidario de elaborar una nueva Carta Fundamental desde el Congreso, aunque con procesos participativos como las consultas ciudadanas y un referéndum que apruebe -o rechace- lo obrado en el parlamento. Sin embargo, afirma que lo importante es lograr una nueva constitución que sea legitimada por la ciudadanía, y que apoyará cualquier decisión que tome la Presidenta.

-La Presidenta señaló que en septiembre se iniciarán diálogos, cabildos. ¿Eso estaba contemplado cuando se elaboró el programa?

-Si, efectivamente. En la comisión asesora e barajaron varias fórmulas en cuanto a procedimientos, aunque había acuerdos en los temas sustantivos de una nueva constitución. Y una de las fórmulas prevé la figura de cabildos regionales como mecanismos de participación y deliberación ciudadana.

A_UNO_marca ac asamblea constituyente

-¿Y en qué consiste esta fórmula que prevé los cabildos?

-La idea de introducir los cabildos regionales o locales es abrir la reforma constitucional a la ciudadanía. Sin que el Congreso pierda el protagonismo, pero abrirla a la ciudadanía. Porque hoy día la ciudadanía más allá del mecanismo o trámite de las puras audiencias que el Congreso haga a través de sus comisiones permanentes, no tiene otro mecanismo para ser escuchada.

-En la fórmula que analizó la comisión, ¿las conclusiones que se toman en los cabildos tienen carácter vinculante?

-No. Porque lo que se busca generar es un mecanismo de deliberación y participación. Ahora, si se introduce la figura del referéndum constitucional aprobatorio de la nueva constitución, ese referéndum sí es vinculante.

-En el programa sale explícito que el mecanismo para hacer una nueva constitución debe ser democrático, participativo e institucional. ¿Cabe una Asamblea Constituyente en esa definición ?

-Si, perfectamente.

Proyecto de reforma constitucional de la Cuarta Urna, que busca convocar a una Asamblea Constituyente en las elecciones de 2013.

-Hay quienes señalan que los mecanismos para reformas la Constitución están en la misma Constitución, y que por tanto, una Asamblea Constituyente es un mecanismo no institucional…

-A ver, es que en torno a la Asamblea Constituyente yo observo dos discursos. Un discurso que demoniza la Asamblea Constituyente y un discurso que la fetichiza. Y los dos discursos están equivocados. Primero, porque la AC es un sistema ordinario en un sistema democrático para reformar o elaborar nuevas constituciones. Y segundo, porque las Asambleas Constituyentes no son mecanismos que vengan a resolver todos los problemas de un país. No son mecanismos que resuelvan los problemas de legitimidad per sé.

-Las AC son, al igual que los congresos constituyentes, órganos de representación política de la ciudadanía en que la ciudadanía participa indirectamente a través de sus representantes o asambleístas en la renovación de la constitución o en la elaboración de una reforma a la constitución. Por ende, cifrar esperanzas casi mitológicas en una Asamblea Constituyente es un profundo error. Como también es un profundo error cifrar en la Asamblea Constituyente la fuente de todos los males del país. Son discursos que por ser extremosos se topan (…) La AC no difiere sustancialmente en sus dinámicas políticas, en sus formas de deliberación, ni en los mecanismos para llegar a acuerdo de lo que es un Congreso (…) Yo soy partidario de una nueva constitución. Embelesarse con un procedimiento como una Asamblea Constituyente, yo no termino de entenderlo.

-Eventualmente, una Asamblea Constituyente podría ganarla la derecha…

-Una Asamblea Constituyente no te define de antemano ningún resultado.

Jorge Burgos

´-Varias figuras del oficialismo han desestimado la opción de una Asamblea Constituyente. ¿Ve lejana la posibilidad de que la Presidenta opte por este mecanismo?

-Yo creo que la nueva constitución no se juega en la Asamblea Constituyente. Esta nueva constitución se juega en cualquier procedimiento que sea democrático, participativo e institucional. Lo demás son especulaciones.

-A su juicio, ¿cuál es el mecanismo más pertinente?

-Sin comprometer al gobierno formuló mi opinión (…) En el campo de la reforma constitucional, el capítulo XV de la Constitución vigente prevé la reforma parcial o la reforma total; aunque es deficitario a la luz del principio democrático. Tal capítulo requiere de cambios, fundados en los estándares de un procedimiento institucional, democrático y participativo. Estos cambios deben estar orientados -a mi juicio- a mejorar las componentes de democracia, deliberación y participación ciudadana. Por ejemplo, una rebaja en los quórums reforzados de reforma instituyendo un quórum único de mayoría absoluta de parlamentarios. También instituir una comisión bicameral para una deliberación integrada y responsable de las cámaras. Y junto a esto, fijar cabildos regionales y locales, audiencias públicas como mecanismos de participación de la sociedad civil y universidades. Finalmente hacer un referéndum constituyente obligatorio en que la ciudadanía o pueblo en ejercicio de la soberanía apruebe lo obrado por los poderes constituidos.

/ agencia UNO

Usted ha propuesto que la Constitución sea obrada con la participación del Congreso. ¿Con la pérdida de confianza que hay en esa institución, no tendría también un problema de legitimidad esa vía?

-Ese es un argumento falaz, totalmente falaz. Estamos viviendo una crisis política que afecta a todas las instituciones. No solo al Congreso. Si el Congreso tiene falta de legitimidad, no podría ni siquiera aprobar la ley de presupuesto. Menos el paquete legislativo asociado al informe de la Comisión Engel. ¿De qué estamos hablando? ¿De que el país va a dejar de funcionar o que el Congreso va a dejar de funcionar porque hay un número significativo de parlamentarios cuestionados por financiamiento ilegal? Eso no es serio. Eso es demagogia.

-¿Podrá culminar este proceso en el actual período presidencial?

-Este proceso va a ser largo. Además cuatro años ya no hay. Probablemente el proceso se cierre con el nuevo Congreso. En 2018.

 

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