"Impuestos rosa": Por qué las mujeres pagan mucho más que los hombres en el mundo
Sucede más de una vez, muchas veces un producto solo por ser para mujer resulta más caro. Sin embargo, el motivo de esta diferenciación no es del todo claro, y según muchas es simplemente simplemente del abuso y discriminación que se tiene hacia ellas.
Comenzando por un corte de pelo, la mayoría de los servicios y productos destinados a la mujer tienen un valor mayor que los similares destinados a los hombres.
Sobreprecios a los cuales se les ha llamado “impuestos rosa”, y que han sido tema de discusión en varios países del mundo. Uno de ellos Estados Unidos, donde una columna publicada en marzo de este año por The Washington Post, mencionaba un claro ejemplo de ello en medio de la era digital.
El artículo relataba la situación vivida por una mujer llamada Maddie, quien se sorprendió al saber que su videojuego favorito Temple Run, cobraba 7 dólares extras para que su personaje central fuese mujer. Después de ello revisó 37 títulos, descubriendo que en tan solo 5 se ofrecía lo mismo para las mujeres.
Una realidad evidente, que también ha sido pronunciada por el mundo científico, luego que un grupo de investigadores de la Universidad Central de Florida, encabezados por Megan Duesterhaus y Liz Grauerholz, determinara que las mujeres pagaban más por desodorantes, cuchillas de afeitar y otros productos de higiene personal vendidos en cadenas de supermercados.
“El costo de la feminidad: disparidades de género en el precio de los servicios y productos de cuidado personal”, un ejemplo de ello lo encontraron en un que de 100 salones de belleza estudiados, solo 15 cobraban lo mismo a hombres y mujeres, se afirma en un artículo publicado por BBC Mundo.
Fenómeno Global
En Francia “Georgette Sands”, un grupo activista, comenzó una serie de movilizaciones denunciando que en los supermercados, productos para mujeres similares a otros para hombres, eran mucho más caros. Ante esto el comercio se intento defender asegurando que esos precios se debían a que las ventas eran superiores en el público masculino, por lo que había una mayor oferta de ellos, y por lo tanto menor precio.
En Australia, hace pocos días se desató una gran polémica debido a que el gobierno eliminó el impuesto a productos “esenciales” como el bloqueador solar y los condones. Sin embargo, productos como las toallas higiénicas y los tampones no fueron beneficiados.
Ante esta situación una estudiante llamada Subeta Vimalarajah, inició una recolección de firmas para acabar con el llamado impuesto del tampón, reuniendo en poco tiempo más de 95 mil firmas. Aún así el Gobierno Australiano no ha querido ceder y entregar la reducción de impuestos a estos productos.
No obstante, también existen legislaciones como las del estado de California en Estados Unidos, las cual protege las diferencias de precios que en el mundo afectan a la mitad de la población.
