Bachelet insiste en responsabilizar a Peñailillo: “Nunca instruí ni fui informada ni autoricé ningún mecanismo para una precandidatura”
La mandataria abordó además que Rodrigo Peñailillo le planteó en Nueva York que ella debía postular de nuevo a la presidencia, y reiteró que la salida de su ex hombre fuerte, fue algo doloroso.
“Yo no vine a hacer precampaña. Vine a hacer campaña”. Con el mismo discurso que se ha sostenido durante un par de semanas la Presidenta Michelle Bachelet abordó en una extensa entrevista diversos temas de su gestión, pero partió enfocada precisamente a si existió o no un trabajo previo a cuando determinó participar en las primarias.
“Me preguntan si sabía algo. Nunca… ni instruí ni fui informada ni autoricé ningún mecanismo para una precandidatura. Nunca jamás”, enfatizó la mandataria, para luego resaltar que al regresar a Chile, ya con su decisión tomada, preguntó justamente por los recursos. En ese instante la mandataria destacó la labor tanto del Partido Socialista como del Partido Por la Democracia, siguiendo la misma línea que la presidenta de su colectividad, Isabel Allende, quien el domingo dijo que las mencionadas tiendas políticas “estaban haciendo ‘algo’” y que probablemente la Presidenta sabía.
Luego especificó que después de esperar a que surgiera algún nuevo liderazgo, optó por ser “responsable” y asumió la idea de participar en las primarias.
El 15 de marzo del 2013 determinó ser candidata, y se comunicó con Ban Ki-Moon, secretario General de la ONU para establecer la ruta de su salida, y ya informado Rodrigo Peñailillo de que sería su jefe de campaña, un equipo audiovisual llegó a realizar el video que después se vería en su campaña. Justificó que las imágenes de su despedida de ONU Mujer las grabó una corresponsal y después adquirió el registro.
Financiamiento del proceso eleccionario
Respecto del mecanismo de recolección de fondos, Bachelet recordó que estos consideraron donaciones individuales, particulares, remates, y venta de obras entre otras cosas.
Además, consultada por el rol de SQM respecto de que la empresa del ex yerno de Pinochet, Julio Ponce Lerou, hubiera realizado aportes a su campaña, la mandataria lo calificó como algo “doloroso. Yo ni siquiera sabía sin embargo que venía con Giorgio Martelli y la empresa que podría haber colaborado”.
Destacó además que ella no sabe quiénes entregaron dinero para su campaña mediante los aportes reservados, y que no quiere saberlo, probablemente no lo vaya a saber nunca y que también no necesita saberlo, ya que “eso podría afectar decisiones que podría tomar. Además, mandamos el año pasado un proyecto de ley que prohíbe el financiamiento de las empresas. Por tanto personas naturales podrían ahora donar, pero ahora abiertamente y por un monto determinado”.
Rodrigo Peñailillo: “a veces hay que tomar decisiones dolorosas”
Sólo elogios destinó la Presidenta para referirse a su ex hombre fuerte y denominado “hijo político”: “tremendo talento político, gran ministro de Interior, y sacó adelante leyes esenciales, como la del binominal, reforma tributaria, lideró aspectos de la discusión por reforma educacional”, fueron algunos de los cumplidos, a los que sumó que por delante tiene mucho futuro.
Sin embargo aseguró que su ex hombre fuerte también entendió la evaluación política de la situación que derivó en un cambio de gabinete.
La discusión se dirigió si es que entonces se le estaba dejando caer, como es el planteamiento de algunos personeros de La Moneda, a lo que Bachelet dijo que “por supuesto que no, pero a veces hay que tomar decisiones dolorosas”, y destacó que sigue enterada de cómo se encuentra el ingeniero PPD.
Chile: el país “desconfiado”
Si bien la mandataria se veía relajada, en lo que era entrevistada en Radio Cooperativa por Cecilia Rovaretti, la misma que impulsó y ayer acompañó a Bachelet en la promulgación de la ley Ricarte Soto, se le consultó por la baja en sus principales atributos, demostrados en las últimas encuestas de opinión pública.
“Creo que los chilenos somos desconfiados”, aseveró Bachelet, pero dijo que esta desconfianza se justificaba, considerando el actual escenario político.
No obstante considera que “si uno es Presidenta, no es para llorar. Y si la gente exige transparencia porque tiene dudas, las autoridades tienen que aclarar. Prefiero un país en el que quieren más transparencia en vez de uno en el que todo se tape”.
Destacó que privilegiará el terreno y que ahora busca que el país recupere la confianza en las instituciones, además de por cierto comunicar mejor las reformas.