La reforma tributaria se queda corta: proyectos en educación costarían US$ 14 mil millones al fisco
El proyecto impulsado por el ex ministro Arenas pretendía recaudar 8.200 millones de dólares, de los cuales 5 mil iban a ser destinados a educación. Sin embargo, cifras de distintos organismos dan cuenta que el Estado deberá invertir mucho más para sacar adelante los proyectos de la cartera. ¿De dónde saldrá el dinero?
Desde el anuncio del programa de la Presidenta Bachelet, se supo que quien asumiera la cartera de Educación tendría una tarea titánica: cumplir con las promesas de fin al lucro, copago y selección; fortalecimiento de la educación pública; desmunicipalización; gratuidad universal en educación superior; y una nueva carrera docente. Todo en cuatro años y con una limitante: un presupuesto de 5 mil millones de dólares, obtenidos de una reforma tributaria que obtendría 8 mil 200 millones de dólares.
Al menos esa era la cantidad que el ex ministro de Hacienda, Alberto Arenas, estipuló que sería destinada al financiamiento de proyectos educacionales. Sin embargo, en la marcha, las sumas y restas complican el panorama del ministro de Educación Nicolás Eyzaguirre y el de las arcas del Estado. Esto porque en primer lugar, el bajo crecimiento proyectado para Chile podría hacer que la recaudación sea menor a la esperada. La fundación Avanza Chile estima que esta podría reducirse a 7 mil millones de dólares. Y en segundo lugar, porque el costo de los proyectos educacionales supera con creces la totalidad de la recaudación que se había estimado.
Por ejemplo, el proyecto que pone fin al lucro, el copago y la selección, comprometerá un gasto de 1.692 millones de dólares. El Mercurio recopila que esta cifra incluiría los gastos para financiar la gratuidad; el incremento de la subvención por alumno preferente (SEP) y la incorporación de todos los colegios a esta subvención; compra de inmuebles; y los nuevos Fondos para la educación Municipal, entre otros aspectos.
En tanto, según la ONG Acción Educar, el costo de la desmunicipalizción podría ser de 1.200 millones de dólares. Pero aún quedan más gastos. El gobierno envió al Congreso un proyecto de carrera docente que costaría 2.300 millones de dólares. La iniciativa, que contempla entre otras cosas, un complejo sistema de evaluación docente y un aumento de sueldo, es rechazado por el Colegio Profesores, que piden considerar un mayor aumento de sueldo; disminuir la cantidad de alumnos por sala; y simplificar el sistema de evaluaciones. Como medida de presión, mantienen un paro que va por su tercera semana consecutiva.
La ONG Elige Educar calculó que si el Mineduc cumple toda las demandas de los profesores, el Estado deberá desembolsar 6 mil millones de dólares. Es decir, casi tres cuartos de toda la recaudación de la reforma tributaria.
Junto a eso, el gobierno se comprometió a llegar a la gratuidad universal en educación superior. Libertad y Desarrollo estimó el costo de esta medida en 4500 millones de dólares. Casi el presupuesto completo de lo que iba a ser destinado a educación.
Según el propio Mineduc, la reforma que aumenta la cobertura de educación parvularia tendrá un costo de 450 millones de dólares. En total, y si se cumple lo exigido por los profesores, los distintos proyectos de reforma en educación prometidos podrían costar 13.842 millones de dólares. A esto se le suma la Subsecretaría de Educación Parvularia, que implicará 11 millones de dólares; las universidades estatales de Aysén y O´Higgins, con un costo de 26 millones de dólares; la creación de 15 CFT, que costará 190 millones de dólares los cuatro primeros años; y un bono de incentivo a la jubilación de profesores, que exigirá otros 195 millones de dólares.
Desde el Mineduc han explicado que muchas de estas reformas son graduales y que por tanto, irán acorde al crecimiento del país. Pero el contexto económico es poco alentador: el precio del cobre va en caída libre y tanto la OCDE como el Banco Mundial han recortado sus proyecciones de crecimiento para Chile en los próximos años. El Banco Central tampoco es optimista: este año, el país crecerá máximo un 3,25%. Y según las proyecciones de economistas el aumento del gasto hará que el déficit fiscal pase del 1.9 al 4% del PIB.