Cómo Santiago se envenena a sí mismo: asados y estufas a leñas contaminan más que vehículos
Santiago lleva 13 días seguidos con índices altos de contaminación. La situación está agravada debido a la falta de lluvia en la ciudad y si a esto le sumamos el uso de las chimeneas, industrias, transporte y asados, la situación se vuelve preocupante. “Las medidas que se requieren son muy drásticas. Ya que o si no, siempre quedaremos a la espera de las condiciones meteorológicas”, asegura el experto en calidad de aire, Héctor Jorquera.
La situación en Santiago es compleja. La contaminación ha llevado a que luego de 16 años se decretara una nueva emergencia ambiental en la zona, lo que grafica que el aire que respiran más de siete millones de santiaguinos no es bueno.
¿Por qué han aumentado tanto los episodios críticos?
A los eternos factores geográficos -Santiago está inmerso en un valle rodeado de cerros y montañas que dificultan la circulación de aire- se han sumado dos factores. Una es que ahora los estándares para declarar preemergencia o emergencia ambiental son más exigentes: ahora se mide el material particulado fino (MP 2,5), mientras que antes se medía el MP10. Esta nueva forma de medición es porque el MP 2,5 es más dañino para la salud, ya que al ser más pequeño llega directamente a los pulmones y provoca miles de muertes en el mundo.
La segunda es la falta de lluvias: si no llueve de aquí al 30 de junio, Santiago vivirá el primer semestre más seco desde 1866, o sea, desde que comenzó el registro de estos datos. El experto en análisis de calidad del aire y profesor titular de la Universidad Católica, Héctor Jorquera explica que “cuando no llueve y no corre viento, es muy difícil eliminar la contaminación. Las medidas que se requieren son muy drásticas. Ya que o si no siempre quedaremos a la espera de las condiciones meteorológicas”. El punto es simple, si no llueve, el smog seguirá presente en la Región Metropolitana.
Una estufa a leña contamina lo mismo que cinco buses
Así es: desde Santiago a Coyhaique el principal favor de la polución proviene de la las estufas a leña y a otros productos derivados de la madera. Tal es el impacto que tiene que un estudio del 2011 realizado por el actual subsecretario del Medio Ambiente, Marcelo Mena asegura que el 49% de las emisiones contaminantes en invierno provienen del uso de la leña de laña superando ampliamente el de otras fuentes como el transporte e industrias.
Según los registros del Ministerio del Medio Ambiente actualizados a junio de 2014, la calefacción a leña es la mayor fuente de emisión de contaminantes atmosféricos en la Región Metropolitana.
Ahora bien, si durante el año la calefacción a leña y otros productos derivados de la madera representan el 45% del total de las emisiones contaminantes, durante el invierno la cifra sube considerablemente. “La contaminación de material particulado fino (o PM 2,5) en Santiago proviene fundamentalmente del uso de leña: 70% de las emisiones en invierno”, asegura Marcelo Mena.
Según el estudio de Actualización y sistematización del inventario de emisiones de contaminantes atmosféricos en la Región Metropolitana, realizado el año pasado por el Departamento de Física de la Universidad de Santiago de Chile (USACH), detalla que al considerar las comunas que conforman la provincia de Santiago –32 en total– el consumo por leña por año es de 46.687.794 (kg/año).
Los datos revelan que en la zona oriente –Las Condes, Lo Barnechea, Vitacura, La Reina, Ñuñoa, Macul, Providencia, Peñalolén– se concentran los mayores consumidores de leña sumando un total de 14.474.321 (kg/año), lo que equivale al 21% de todo el consumo de la provincia.
Ahora bien, del sector oriente la comuna que consume mayor cantidad de kilogramos de leña anuales es Las Condes con 6.043.785 (kg/año).
Para graficar el efecto que posee las chimeneas de leña, uno de estos aparatos contamina lo mismo que cinco buses, según detalla la Agencia para la Protección Ambiental de Estados Unidos.
¿Quiénes son los que ocupan leña en la Región Metropolitana?
El Magíster y Doctor en Ciencias de la Ingeniería mención Ingeniería Química y Bioprocesos, Alex Godoy, asegura que “de la leña siempre se ha comentado que es un material democrático, ya que es de fácil acceso, pero todos sabemos el problema que tiene”.
En relación a las zonas de la capital qué más contaminan, Godoy detalla que “están los dos extremos. Por una parte, están algunas casas de sector oriente como La Dehesa o La Reina que poseen este tipo de calefactores, pero también hay gente de menos recursos del sector poniente quienes poseen braceros”.
Por su parte, el experto en análisis de calidad del aire y profesor titular de la Universidad Católica, Héctor Jorquera asegura que “las estufas a leña están en diferentes puntos de la ciudad. Evidentemente hay un sector de la zona oriente que tiene una participación importante en el uso de estufas a leñas”.Jorquera se atreve a afirmar que “en el largo plazo no se ve viable que tengamos estufas a leñas dentro de la ciudad. Vamos a tener que prohibir, porque o si no, no vamos a poder mejorar de manera sustancial”.
Un asado contamina lo mismo que un bus de Transantiago recorriendo 400 kms
Cuando el sábado 14 de junio de 2014 el Intendente Claudio Orrego dijo: “Tenemos problemas con el aire. Hoy no prendan leña, ni fogatas, ni asados. No queremos tener que decretar preemergencia para mañana” en Twitter, no fueron pocos los que se burlaron y mofaron de la medida.
Hay que darle crédito a Orrego, ya que si bien la medida no tiene nada de popular, sí tiene mucho de cierto. Para el especialista en calidad del aire, Héctor Jorquera, “es un tema cultural, es difícil que la gente comprenda que hacer un asado contamina considerablemente”.
Veámoslo así: según un estudio del Centro de Sustentabilidad de la Universidad Andrés Bello, del que fue parte el actual subsecretario del Medio Ambiente, Marcelo Mena, detallaba el impacto del carbón. “Un simple asado de carne es equivalente a 400 kilómetros recorridos por un bus Transantiago”.
Ahora bien, si esto lo traducimos en un partido de la Copa América 2015, los números serían los siguientes: en el último partido de Chile vs México entre Canal 13 y TVN promediaron 53 puntos de rating. Cada punto equivale a 68.000 personas (según Time Ibope), por lo que si sólo consideramos que un 5% realizó un asado, significa que había 3.400 parrillas prendidas en la capital. O sea, la contaminación de esas parrillas equivale a 1.360.000 kilómetros recorridos por el Transantiago.
“En el fondo si todos nos damos el gustito de hacer un asado, la cuenta la termina pagado toda la ciudad”, concluye Jorquera.