Entrenadoras demuestran lo tonto que resulta el popular "reto del ombligo"
Tocarse el ombligo pasando el brazo por la espalda no es sinónimo de buena salud, así que ¡no hagan tonteras!
Es una de las últimas tendencias en la red. El llamado “desafío del ombligo” obliga a las jóvenes a demostrar lo delgada que es su figura, pasando el brazo por detrás de la cintura para tocarse el ombligo.
Esta moda de inmediato despertó las críticas de los expertos en fitness, quienes aseguran que “superar” esta prueba no significa que te encuentres en buena condición física. Por eso la revista especializada en salud y belleza femenina, Women’s Health, consultó a cuatro destacadas expertas en la materia.
Todas ellas son exitosas entrenadoras, que pueden lucir una figura envidiable, sana y tonificada… pero no fueron capaces de realizar este desafío.
Según la primera consultada, Holly Perkins, el reto trata sobre flexibilidad y el largo de los brazos en relación al cuerpo y no tiene nada que ver con la condición física, de manera que quienes sufran por no hacerlo, están equivocadas.
La misma opinión tiene Geneva Simms, una reconocida personal trainer neoyorquina, quien también intentó el “desafío del ombligo” y falló.
“No hay ciencia que respalde que enrollar un brazo tras tu espalda y ser capaz de tocarse el ombligo sea señal de una buena salud”, dice Simms. Asegura que el reto sólo se relaciona con la longitud del brazo, la estructura ósea y la flexibilidad del hombro. “Ninguno de estos factores ilustran una buena salud”, afirmó Sinms.
Lisa Niren, quien también es entrenadora en Nueva York, falló el desafío. Ella agrega a la discusión que “tendencias virales de redes sociales promocionan la vergüenza por el cuerpo y envían mensajes negativos acerca de la imagen corporal. Los que no han logrado el reto pueden sentir como que no se ajustan a los ideales culturales de belleza y pueden experimentar insatisfacción con su cuerpo, lo que es perjudicial para su bienestar físico y psicológico”.
Otra que tampoco logró pasar el reto fue Aly Teich -fundadora del sitio de vida sana The Sweat Life, quien afirma que pasar esta prueba no significa ser saludable. “Los cuerpos sanos vienen en todas formas y tamaños, y eso es lo que deberíamos estar celebrando. Yo me gano la vida ejercitándome, y ni siquiera puedo tocar mi ombligo, y me importa un bledo”, enfatizó.