Después de la lluvia no sale el sol: Santiago necesita sólo 48 horas para llenarse de smog nuevamente

Gran revuelo han causado las lluvias que se esperan para este fin de semana en la Región Metropolitana, principalmente por lo seco que ha sido este 2015.

Las autoridades ya realizaron un llamado para que la ciudadanía esté preparada, ya que podrían existir inundaciones y anegamientos en algunos sectores de la capital.

El jefe de difusión y monitoreo de la Dirección Meteorológica de Chile (MeteoChile), Arnaldo Zúñiga, asegura a El Dínamo que “el sistema frontal presenta una actividad moderada”.

El meteorólogo detalla que en la zona central, el peak de agua caída será el día domingo. “En la Región Metropolitana para hoy sólo se esperan unas precipitaciones muy débiles y solamente en la región de O’Higgins y El Maule va a estar más activo. Para el sábado continúan las precipitaciones ligeramente más intensas en la zona interior de la metropolitana, pero estaremos dentro de los 4 a 8 milímetros. A medida que transcurra el día hacia la noche del sábado las precipitaciones se intensificarán. Según los datos estimados, el día domingo para la zona interior estaremos en torno a los 30 o 40 mm. En la madrugada del lunes sólo caerían entre 2 a 4 mm.”.

Si bien explica que el evento no es intenso, sí ha llamado la atención de la ciudadanía debido a lo seco que ha sido este año. “Junio de este año fue el más seco de la historia, porque no cayó una gota. Si hacemos una similitud con otro junio seco, sería el de 1990, por que en ese mes sólo precipitó 1,6 mm.”, asegura Zúñiga.

¿Qué es un año normal?

Si bien en la zona central del país ha llovido muy poco, la presencia del fenómeno de El Niño aumentará las precipitaciones las que se esperan estén presentes hasta septiembre. “Estamos con un fenómeno de El Niño débil, entonces este año se debería alcanzar la normalidad”, asegura Zúñiga.

Ahora bien ¿qué es un año normal? Uno de los expertos de MeteoChile, Luis Gutiérrez, detalla que para Santiago el promedio anual es de 312,5 milímetros. Este dato fue calculado según un periodo de 30 años que abarca desde 1960 a 1990, por lo que durante estos últimos años de sequía es común que la Región Metropolitana se encuentre bajo el promedio.

“Lo que pasa es que nosotros nos regimos por las recomendaciones de la Dirección Meteorológica Mundial y para que se hable de un año normal se toma un periodo de 30 años”, sostiene Zúñiga.

“Ahora falta ver el análisis se realizará en el 2020 y que abarcará desde el año 1990. Ahí cambiarán los valores y parámetros que se entienden por normales y claramente se verá que las lluvias, en comparación a los periodos anteriores, serán menores”, detalle Gutiérrez.

En la Región Metropolitana “el año pasado a la fecha llevábamos 89,7 mm. y ahora 14,3mm. o sea, hay un 91% de déficit en comparación con un año normal”, concluye el jefe de difusión y monitoreo de la Dirección Meteorológica.

48 horas

Si bien la lluvia es fundamental para eliminar la contaminación de la capital del país, por desgracia el aire limpio sólo dura algunas horas.

“El lunes el aire de Santiago estará muy limpio, porque es como partir de cero, pero rápidamente se empiezan a acumular los contaminantes. Además, con el frío comienza el aumento del uso de los calefactores a leña”, asegura el doctor en física y docente de la Universidad de Santiago (Usach), Patricio Pérez.

Por lo que es probable que “el miércoles ya tengamos en Santiago episodios de contaminación importantes”, detalla Pérez.

De todos modos, “lo mejor  para la contaminación no es la lluvia, sino que que corra viento”, sostiene el especialista en contaminación atmosférica, Ernesto Gramsch.

Si bien hoy Santiago presenta una calidad del aire regular, “es probable que producto de la polución, las precipitaciones que caigan a la tierra estén contaminadas, pero en muy baja medida. En ningún caso es dañina para la población”, asegura Gramsch.

De todos modos, el experto asegura que  “no serían una lluvia ácida, porque el tipo de suelo que hay en la zona central del país es básico, por lo que neutraliza la lluvia ácida, por eso en Chile no tenemos problemas de este tipo, como sí ocurre en otros países como China”.

Ahora bien, la lluvia empujará la polución del aire y “la primera parte de la precipitación puede arrastrar material en suspensión hacia la superficie de la tierra, eso podría eventualmente tener algún efecto, pero no es tan significativo”, agrega Pérez.

Si bien ambos expertos concuerdan en que no sería dañina, Gramsch asegura que “parte de ese material particulado se vuelve a resuspender y aumenta la contaminación luego de la lluvia”.