Ex contralor Ramiro Mendoza analiza la contingencia: “Mucha gente se siente pichuleada”
La otrora autoridad administrativa del estado manifestó de forma muy crítica su postura respecto de la crisis del país a nivel político. Sin embargo, indicó que ésta no es global, pero puede “contaminar a la sociedad y eso sería un problema”.
Quien fuera Contralor General de la República, Ramiro Mendoza, hace rato apenas contenía sus duras ideas respecto de, por ejemplo, las últimas reformas legales. Por ejemplo indicaba -en función de la creación del Ministerio Públicio, o la Alta Dirección Pública, o la ley de violencia en los estadios o la que traspasó la dependencia de Carabineros al ministerio de Interior- que “hay un montón de cosas inapropiadas o muy estúpidas en lo que está pasando en el último tiempo”.
Ahora fuera del cargo y ya con un par de entrevistas en su haber, continúa profundizando sus dichos respecto de la crisis de institucionalidad que enfrenta nuestro país respecto de los casos que remecen la clase política. Según la percepción de la gente con los parlamentarios, el gobierno, y las instituciones, el diagnóstico de Mendoza en entrevista en Radio Duna fue categórico: “tengo la sensación de que mucha gente se siente pichuleada”.
Y eso lo fundamentó –y se amparó en la Real Academia Española, donde la palabra “pichulear fue incluida– en relación a las declaraciones de patrimonio de las nuevas autoridades, que ellas se rigen por la legislación vigente, y pese a esto, terminan habiendo muchas páginas, aseguró, “en blanco”.
A esto agregó la impresión que se supone que queda en la gente después de enfrentar escándalos políticos -remontándose a lo ocurrido al final del gobierno de Aylwin hasta nuestros días, pasando por el MOP-Gate que afectó a la administración Lagos- da la idea de que se hace algo “pero lo hacemos más o menos, parece que todo cambia, pero todo sigue igual de la misma manera”.
Con su conocimiento de derecho administrativo, al que a los ocho años de Contralor se le suma experiencia docente en la materia, indicó además que -si bien se valora el esfuerzo del actual gobierno son la comisión Engel– las indicaciones de ésta “no tienen aplicación actual alguna”.
No obstante, si bien en su última cuenta pública manifestó que “no podemos cerrar nuestros ojos, la corrupción ha llegado”, Mendoza aseguró nuestro país, de momento, no enfrenta “una crisis global. Hay una crisis en la política que puede contaminar a la sociedad y eso sería un problema”.
En esta afectación a la sociedad también mencionó que esta judicialización de la política representa un problema, ya que el asunto debiese ser resuelto -sin perjuicio de la actual persecución judicial- vía leyes. Ya que con un proceso penal se resuelve un problema en particular, no en general. A esto agregó que “cuando hago el traspaso de la política públicamente a la justicia tenemos un problema de la gestión de la administración”.
Luego el ex contralor trajo a colación la desaprobación que tiene la política y aseguró que es un tema de la calidad de ésta, y que podría resolverse por cambios constitucionales. Sin embargo, indicó que estas conversaciones pueden llevarse a cabo en el Congreso, y que habría que modificar ciertos “acápites” de la constitución de Chile.