Quiebre en el Magisterio: Gajardo se cuadra con Mineduc y disidencia llama a no votar proyecto de carrera docente

Hace 50 días se instaló una piedra en el zapato para el gobierno desde el profesorado, quienes iniciaron un paro nacional indefinido con miras a botar por completo el Plan Nacional Docente. Después de diversas marchas y mucha insistencia, ante el entonces ministro de Educación Nicolás Eyzaguirre, si bien el proyecto no se retiró, por lo menos se retrasó su votación e iniciaron las gestiones de la mesa tripartita entre el Magisterio, el gobierno y la Comisión de Educación de la Cámara Baja.

Sin embargo, el Profesorado está desgastado ante la presión que se ha ejercido desde el gobierno al movimiento.

Las críticas al Presidente del profesorado, Jaime Gajardo, están centradas en buscar cerrar acuerdos respecto del proyecto, asumiendo avances en la legislación e indicando que el proyecto original “ya murió”, pero esto dejaba fuera de cuestión a las bases del Colegio de Profesores, partidarios de tensar aún más la cuerda al retrasar al máximo la votación del proyecto de ley docente.

El cambio de ministro no trajo muchas diferencias para los profesores. La nueva secretaria de Estado, Adriana Delpiano, sostuvo la línea y zanjó no retirar el proyecto. E incluso se espera que éste sea votado esta semana en el Congreso, lo que se planteaba desde la disidencia como una “derrota” para el Magisterio.

Para que los cambios en el proyecto tengan efecto, éstos deben ser votados en la Comisión de Educación. Según Gajardo existe un acuerdo con la comisión dirigida por su correligionaria, la diputada comunista Camila Vallejo, en el cual todas las modificaciones a la iniciativa “van a estar supeditadas a lo que diga el Colegio con el Mineduc, a los acuerdos que se puedan ir logrando”, cuando éste sea votado en particular.

Quienes se cuadran con Gajardo plantean que si no se vota el proyecto, los acuerdos alcanzados se perderían: “Nosotros vamos a ser insistentes en eso, porque si se rechaza, se le va a hacer un tremendo daño no sólo al profesorado, sino que al país”, planteaba el presidente Metropolitano del Colegio de Profesores, Jorge Abedrapo.

La disidencia plantea su total desacuerdo. Uno de los líderes de esta facción del profesorado, Mario Aguilar, asegura que llamar a votación es “exactamente lo contrario a lo que nos piden los colegas de las bases (…) Ellos (los diputados) se comprometieron a no continuar legislando mientras no hubiera un acuerdo entre el colegio de Profesores y el Mineduc, y digo categóricamente que no existe acuerdo”, indicó a El Mercurio.

El viernes, tras cerca de 8 horas de reunión, la Asamblea Nacional no llegó a una resolución respecto de si continuar o no con el paro. Se discute respecto de la adhesión a la paralización nacional. Gajardo insiste con que varios de sus colegas estarían de regreso a sus labores, y que sería un total de un 25% de profesores aún en paro. “La mayoría del magisterio no puede condicionarse a las pretenciones de grupos radicalizados de dirigentes que se han negado a todo tipo de encuentros y diálogos para resolver los conflictos”, indicó el presidente del gremio, planteando implícitamente que no corresponde una consulta nacional para deponer el paro.

La disidencia, en voz de Mario Aguilar, insiste en “lo más democrático y respetuoso con el profesorado, que ha sostenido este movimiento de forma casi heróica, es hacer una consulta nacional, donde la opinión de la gente sea considerada. Sería muy feo y antidemocrático que esto fuera decidido entre cuatro paredes”.