Piñera reconoce que se le "pasó por la cabeza" bajar a rescatar a los 33 mineros
Admitió que tuvo la tentación de subirse a la cápsula Fénix y bajar a la mina para protagonizar, simbólicamente, el rescate de los trabajadores.
Quedan muy pocos días para el estreno de la película “Los 33”. Y en ese escenario, en una conversación con el historiador Mauricio Rojas que hoy reproduce el diario El Mercurio, Sebastián Piñera recordó cómo vivió, a inicios de su Gobierno, el derrumbe de la Mina San José y el posterior rescate de los 33 mineros.
En la ocasión admitió que durante la operación final, que fue transmitada por televisión en directo y seguida por mil millones de espectadores en todo el mundo- tuvo la tentación de subirse a la cápsula Fénix y bajar a la mina para protagonizar, simbólicamente, el rescate de los trabajadores.
“La verdad es que en un momento se me pasó por la cabeza, pero nunca fue una intención verdadera. En todo caso mi mujer (Cecilia Morel), que me conoce bien, vio mi expresión cuando miraba a un rescatista que se subía a la cápsula y estaba listo para bajar, y entonces me dijo: ‘Ni lo pienses’… Porque era obvio que lo había pensado”, señaló el ex Mandatario
Todo estuvo en la fe
Sus propios ministros y asesores le advertían que “las probabilidades de encontrar o rescatar a alguien con vida eran prácticamente nulas”.
Pese a ello, el ex Jefe de Estado decidió actuar e incluso llamó “a cuatro presidentes de países mineros para pedirles ayuda”.
“Pocas veces he tenido intuiciones, pero esta vez sí y me aferré a ella. Cecilia (Morel) me preguntaba cómo sabía que estaban con vida y yo le decía que lo sabía, pero que no podía fundamentarlo con un razonamiento lógico. Eso es fe, y yo pocas veces la he sentido con más fuerza”, aseveró.
(foto: EFE)
Esa intuición también fue reforzada por una experiencia clave: la última conversación que tuvo con su suegro, momentos antes de que éste muriera a causa del cáncer terminal que lo aquejaba.
Sobre ello contó Piñera que, tras un día de cuidados, “como a las 10:00 u 11:00 de la noche, Cecilia decidió irse a casa porque estaba agotada. Yo me quedé y en algún momento de la madrugada del 22 de agosto él recuperó la conciencia y me dijo: ‘Los mineros están vivos, tu deber es rescatarlos'”.
“Él era ingeniero y estaba muy preocupado, pero también muy motivado e informado sobre el rescate de los mineros. Pocas horas después murió. Llamé a Cecilia y le conté lo que su padre me había dicho, y luego agregué: ‘Mira, te voy a decir una cosa que te puede parecer muy extraña, pero me voy a ir ahora mismo a la mina y voy a volver en la tarde para la ceremonia en la iglesia’. Y ella me respondió: ‘Tienes toda la razón, anda’. Así que partí”, contó.
Ese mismo 22 de agosto fue el día en que la noticia de que los mineros estaban “bien en el refurgio los 33” emocionó a los chilenos y dio la vuelta al mundo.