Pescador pirata chileno huyó durante 110 días y hundió su barco antes de ser detenido
Luis Rubio Cataldo era el capitán de uno de los 5 barcos de pesca ilegal más buscados por la Interpol. En diciembre fue divisado por vigilantes de una ONG ecologista, en la Antártica. La persecución duró hasta abril, cuando naufragó, en las costa Guinea.
La escena ocurrió a finales de abril, en medio del mar, al sur de la costa de Guinea, en el océano Atlántico. Un barco de 60 metros de largo se hunde lenta pero inevitablemente. Entre las 40 personas que componen la tripulación cunde el pánico y gritan por ayuda. Menos uno. El capitán, en una escena descrita por los testigos como algo jamás visto, se ve tranquilo. Pero no sólo eso.
El hombre aplaude mientras su barco se hunde.
El capitán del barco llamado Trueno (Thunder) es Luis Rubio Cataldo, es chileno, y está a cargo de uno de los cinco barcos pesqueros pirata más buscados del mundo, etiquetados por la Interpol con la “Purple Notice”, que es como una lista de “los más buscados” pero del mundo marino.
Luis Rubio está terminando así una persecución que duro 110 días, que empezó en aguas de la Antártica y terminó en las costas de Nueva Guinea. Los incansables persecutores son dos barcos de Sea Shepherd, una organización ecologista internacional que protege a las especies y el ecosistema marino. Dos de sus principales financistas son Martin Sheen y Sean Connery.
Cazar al Thunder es el fin de una persecución que se extendió por casi cuatro meses y más de 10 mil millas náuticas, dos mares y tres océanos. El barco a cargo del chileno ha intentado chocar y hundir a sus escoltas, sin éxito.
El Thunder es en el mundo de la pesca ilegal famoso por ser el que más ganancias ha recaudado en la historia- principalmente gracias a la pesca de la merluza negra, también conocida como bacalao austral, o merluza chilena, un pez que puede vivir hasta 50 años, llegar a pesar 10 kilos y medir casi dos metros- con ganancias estimadas en 76 millones de dólares, desde que se emitió su prohibición de pescar, en el año 2006. Desde entonces el Thunder elude a la justicia del mar cambiando sus banderas y sus patentes.
El principal país demandante de la merluza chilena es Japón y se usa para preparara el sashimi.
Los barcos que persiguieron al Thunder fueron dos: el Bob Barker y el Sam Simon, el primero capitaneado por Peter Hammarstedt que fue el encargado de rescatar y subir a su embarcación al capitán chileno y su tripulación, compuesta por españoles e indonesios. “Nunca había visto a alguien aplaudiendo mientras se hunde su barco. Me lleva a pensar que lo hundió a propósito, para esconder evidencia”, dijo.
Luego de ser revisados en busca de armas, a Rubio y su tripulación le prestaron ropa seca y los llevaron hasta tierra firme, en la República de Santo Tomé y Principe, allá, a principio de junio, fueron formalizado por una serie de delitos que incluyen pesca ilegal, quema de basura en alta mar, ataques a otra embarcaciones, y un largo etc. tan largo que las autoridades locales se dieron tres meses para investigarlos. Este mes debería comenzar el juicio en contra del pirata chileno.
Al capitán Hammarstedt otra cosa del chileno le llamó la atención también, en entrevista con The Sidney Morning Herald dijo: “Mientras los indonesios iban como agradecidos de que se hubiese acabado la persecución, los españoles iban callados, como taimados. Pero el chileno se vino todo el viaje de vuelta alegando. Nunca en mi vida vi un naufrago tan malagradecido”.