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3 de Agosto de 2015

Glaciares se acidifican al ritmo más rápido de los últimos 300 millones de años

La acidificación en los glaciares afectará la pesca comercial, romperá las cadenas alimentarias y disminuirá el turismo en los ecosistemas marinos y el entorno natural degradados.

Por Redacción
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El ritmo actual de acidificación es mayor y más rápido que en cualquier momento en los últimos 300 millones de años según han arrojado los últimos estudios realizados en este ámbito por los expertos. Además, la principal causa de esta acidificación oceánica global es la absorción del agua del CO2 de la atmósfera.

Aunque esta absorción ayuda a mitigar algunos de los efectos del cambio climático antropogénico, se ha traducido en una reducción de los niveles de pH oceánico, con su propio conjunto de consecuencias ambientales: el blanqueamiento del coral, la pérdida de algas o la disminución de los niveles de oxígeno oceánico, entre otros.

Además, los expertos alertan de que la acidificación es una amenaza para la industria humana con descensos previstos en la pesca comercial, la ruptura de las cadenas alimentarias, y una disminución en el turismo como los ecosistemas marinos y el entorno natural sufren degradación.

Debido a la falta de datos sobre los cambios de pH en toda la cuenca en diferentes profundidades, un grupo internacional de investigadores ha realizado un estudio, publicado en ‘PNAS’, de la acidificación de décadas en las masas de agua del Océano Atlántico, y comparó los resultados con los modelos climáticos existentes.

Los modelos climáticos proyectan que, en la última década, la acidez del océano ha superado cambios cíclicos en análogos históricos. El presente estudio rastreó los niveles de pH en dos décadas y los datos recogidos de tres cruceros en 1993, 1994 y 2013. Las observaciones corresponden estrechamente con las predicciones del modelo de cambios de pH en la superficie cerca de las aguas superiores.

Mayor pH en el Atlántico

Los autores señalan que las aguas con un pH más alto se encuentran en el sur del Atlántico Central  y la parte superior del Atlántico Norte. Por el contrario, el pH más bajo (más alta acidez) se ha encontrado en el Ártico.

Los investigadores señalan que, a pesar de que un cierto grado de reducción del pH es atribuible a causas naturales, todos los cambios observados en la superficie del agua en este sentido, tenían origen antropogénico, un hallazgo que se corresponde estrechamente con la modelización del clima.

Además concluyen que, “en base a las proyecciones de los futuros aumentos de CO2 en la atmósfera y la penetración de asociados (cambio antropogénico) en aguas intermedias y profundas, la contribución de forzamiento antropogénico a la acidificación de las aguas del subsuelo aumentará con el tiempo y con el tiempo superará la variabilidad natural y las tendencias”.

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