Carabineros detenidos por asaltos en este año fueron denunciados el 2014: Alto Mando no investigó
Dos oficiales recibieron una denuncia por parte de dos cabos, quienes acusaron que 12 efectivos estaban involucrados en diversos ilícitos. Nadie investigó, tampoco fueron denunciados a la fiscalía, y destinaron a otras reparticiones policiales a los involucrados. Una situación que sólo salió a la luz pública hoy, gracias a un reportaje de CiperChile.
La 58 comisaría de Carabineros, en la zona de Estación Central, está en el ojo del huracán, después de que diversos antecedentes reportaran que 12 de sus funcionarios están involucrados en múltiples robos y hasta asaltos, como reveló hoy un reportaje de CiperChile.
Fue el 2 de marzo pasado en las dependencias de la empresa de transportes UPS, en la comuna de Quilicura, que sufrieron un intento de robo. En las afueras del edificio estaba sentado en un auto, de civil, el cabo primero de la 49 comisaría de ese sector, Álvaro Castillo, que coordinaba tres patrullar en los alrededores, pero no para prevenir delitos, sino para facilitar un robo. Estaba a su lado el “Guatón Carlos”, narcotraficante que también daba instrucciones, pero a su banda delictual.
Siete individuos estaban dentro del lugar tras amenazar al guardia de turno, y tras la acción del botón de pánico, las patrullas le avisaron a Castillo quien alertó a los delincuentes. Todos escaparon.
Lo ocurrido esa noche, como relata el reportaje de CiperChile, quedó registrado en escuchas telefónicas ordenadas por la Fiscalía. Las indagatorias, que se extendieron por cerca de cuatro meses tras el robo, dejaron un saldo de 4 detenidos: el cabo Castillo y otros tres efectivos: Celso Concha, Giovanni Seguel (ambos cabos) y el sargento Paulo Vásquez.
El 23 de junio pasado estos cuatro carabineros fueron detenidos por la Policía de Investigaciones. Habían facilitado dos robos aparte del mencionado: el 22 de mayo en un supermercado de Pudahuel, el 25 del mismo mes en una bodega de alimentos en Peñaflor.
Los carabineros que fueron detenidos ya habían sido denunciados ante la institución. En abril del 2014, dos oficiales, uno de ellos de la Dirección de Inteligencia (Dipolcar) recibieron antecedentes que vinculaban a 12 funcionarios de la 58 comisaría de Estación Central por diversos asaltos y robos. No hubo investigación formal. No se informó al Ministerio Público: sólo se resolvió trasladar a 10 de los denunciados a otras unidades. Entre los trasladados, estaban precisamente dos de los carabineros detenidos por la PDI: Celso Concha y Álvaro Castillo. Ellos eran de la 58 comisaría, y sus cómplices (Seguel y Vásquez) pasaron por la 21 comisaría. Ambas unidades de Estación Central son consideradas como reparticiones de “castigo” donde llegan funcionarios mal evaluados o de mala conducta, y que se transformaron en “escuelas de corrupción”.
Un funcionario que trabajó en la 58, que hasta enero del 2014 era una subcomisaría, asegura que “estaba podrida por dentro, los carabineros hacían lo que querían”.
Diversos funcionarios que se desempeñaron en aquella unidad plantean lo siguiente: para conseguir informantes, varios miembros de la entonces subcomisaría entablaban relaciones con los delincuentes del sector. Describen además el perfil del funcionario “tipo” de aquella comisaría: personal de muchos años en la institución, sin haber pasado por la Escuela de Suboficiales, de bajos ingresos y pocas posibilidades de ascender.
“No puedes hacer las cosas como dice la Constitución o el Código Penal porque, lamentablemente, para pillar traficantes tienes que jugar al mismo nivel de ellos. Y uno se acostumbra a trabajar así”, asegura un funcionario que se desempeñó en la mencionada repartición. En ese sistema existe la idea de tener “protegidos” y hacer “vista gorda a favor de sus informantes”. Luego se aceptan, en retribución, regalos o invitaciones, y algunos finalmente cruzan la línea y colaboran en la comisión de delitos.
Cuando pasó a ser comisaría, la 58 empezó a mejorar sus prácticas al mando del comisario Jorge Miranda, pero en abril del año pasado, el mismo que posteriormente sería detenido, el cabo Celso Concha, denunció a por lo menos 12 carabineros de esa unidad, y los datos que entregaba eran serios: estos oficiales estaban siempre destinados a sectores donde ocurrían ilícitos. Los datos calzaban.
El capitán Yuri Spuler se reunió con Concha y con el oficial de la Dipolcar sindicado como “capitán Zúñiga” para analizar la acusación. Un cabo primero, Manuel Flores, prestó declaración -a él se le dio de baja por sus vículos con un asalto al Mall Chino- y corroboró la denuncia.
Celso Concha o el “rey de la calle”
Los datos que entregó Concha eran precisos, pero este cabo, detenido este año, no era una fuente tan confiable. Un oficial que supo de la situación indicó una situación particular: “en esta comisaría (la 58) operaban dos bandas de carabineros corruptos que entraron en conflicto o bien todos trabajaban juntos y se pelearon, por lo que Concha y Flores acusaron al resto”.
Concha era conocido como el “rey de la calle”. Sus años en Estación Central, primero en la 21 comisaría y luego en la 58 le valieron una extensa red de contactos. Cuando detuvieron a algunos de sus “protegidos” se tensionaron las relaciones al interior de la unidad. Ahí surgió la denuncia, pero estos antecedentes nunca llegaron a manos del Ministerio Público.
Luego, cuando esta investigación no avanzó al interior de la institución, Manuel Flores iba a denunciar a la PDI, y la determinación de Carabineros fue la siguiente: dispersar al grupo en la denuncia. CiperChile indica que los transferidos desde Estación Central están ahora en: Puente Alto, Maipú, La Pintana, La Florida, Conchalí, Los Domínicos, Lolol, Coinco y Rapel.
El teniente corinel Alex Chaván, de comunicaciones de la institución, indicó que no tenía claro que se hubiese registrado una acusación, pero al presentársele la declaración voluntaria ante un oficial de la unidad y otro de la Dipolcar, aseguró que estaban realizando un “monitoreo de inteligencia” que no podía revelar por razones legales. Desde la denuncia, en marzo, y junio de este año, los carabineros monitoreados habrían concretado al menos cuatro asaltos, dos con tiroteos de por medio contra la PDI.