Aprobación de nuevas salmoneras en reserva nacional de Aysén provoca rechazo transversal
Los cuatro municipios de la zona manifestaron su rechazo a la intervención de la industria en el área silvestre.
La aprobación de salmonelas en 41 nuevas áreas aptas para la acuicultura en la Reserva Nacional de Las Guaitecas, ubicada en la Región de Aysén, generó un rechazo transversal: Autoridades municipales, pueblos originarios, pescadores y el sector turístico manifestaron cuestionaron el hecho.
Se trata de una reserva que queda en el archipiélago de los Chonos, provincia de Aysén, y una de las más antiguas del país y de mucha importancia para proteger la flora nativa, la cual fue creada en 1938.
Según informa Bío Bío, es en este lugar donde se pretende instalar las salmoneras, para lo que se aprobó el uso de nuevos fiordos de la Patagonia, esto gracias a los votos favorables de la Seremi de Medio Ambiente, directores de Conaf y Sernatur, en la sesión realizada por la Comisión Regional de Uso del Borde Costero el 19 de agosto.
De hecho, los cuatro municipios de la zona manifestaron su rechazo a la intervención de la industria en el área silvestre. Eso sí, por otro lado, el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Raúl Súnico, explicó que el país requiere de la relocalización de esta actividad para que pueda desarrollarse de manera sustentable en el tiempo.
Y sobre el rechazo, Súnico dijo que los proyectos se podrán realizar siempre y cuando cumplan con los estándares que se exigen.
Visión que no coincide con la del alcalde de Cisnes, Luis Valdés, quién cree que acá se pasó por alto el convenio 169 de la OIT sobre consulta indígena, aprobación que para la comunidad es una mala señal, y por tanto, rechazada por los 4 jefes comunales.
Su símil en Tortel, Bernardo López, expresó que la gran preocupación de la comunidad son la políticas de las empresas salmoneras, ya que no han actuado con responsabilidad en sus instalaciones y con malos resultados ambientales.
Una vez que se presenten los proyectos, la Subsecretaría de Pesca aseguró que cautelará por la existencia de bancos naturales, los calaveros de pesca y los derechos de las comunidades indígenas, a fin de salvaguardar y contar con una actividad compatible de quienes intervienen sobre el borde costero.