Van Rysselberghe responsabiliza a Piñera de haber convertido a Chile en un país “más izquierdista”

“No es-toy dis-po-ni-ble”. De esa forma la ex alcaldesa de Concepción y actual senadora, Jacqueline Van Rysselberghe, emblema de la Unión Demócrata Independiente en la VIII región, responde a La Segunda cuando se le consulta respecto de si estaría dispuesta para encabezar una próxima campaña presidencial de su partido.

El tema no es tomado a la ligera por su colectividad, donde ya empezaron a lanzar diversos nombres de la tienda política, los que podrían representarlos en las próximas elecciones. Suena con fuerza el diputado José Antonio Kast, pero también se menciona al senador Hernán Larraín, o incluso a su par Juan Antonio Coloma.

“(José Antonio) Kast tiene virtudes y debilidades, pero no genera consenso de buenas a primeras; debe revertir eso”, sentencia Van Rysselberghe. Pero lo más importante para ella es que su partido debe sí o sí llevar un candidato. “A mí no me gustaría una candidatura testimonial. Puede ser, pero si es testimonial, habría que evaluar si vale la pena seguir adelante con ella”, precisa.

De momento no se ven muchas posibilidades de que otro candidato pueda hacerle frente con fuerza a Sebastián Piñera, quien según Van Rysselberghe tiene “muchas ganas” de presentarse en la próxima presidencial. Pero de todos modos, la legisladora precisa que el ex mandatario hizo “un muy buen gobierno. En lo personal tengo una buena opinión de él, pero creo que fue un gobierno con muchas deficiencias políticas. Hay que hacer una evaluación de cómo fue. Es muy raro que un buen gobierno pierda una elección. Por lo tanto, algo falló”.

Y en ese diagnóstico, Van Rysselberghe asegura que “el gobierno de Piñera transó principios que eran importantes para nosotros y amplió la cancha a la cancha de la izquierda. Y hoy nos encontramos jugando en esta cancha, en los bordes de una cancha, de un país, que hoy es más izquierdista que hace unos años”.

Además, la senadora indica que, si bien no deja de ser relevante, los esfuerzos de la derecha no deben estar únicamente concentrados en encontrar un denominador común, o en establecer un nombre, como el fracasado “Levantemos”.

“Lo más importante es que la derecha deje atrás sus complejos. Tenemos que sentirnos orgullosos de lo que somos: somos un sector que cree en la libertad, en el emprendimiento, en darle oportunidades a la gente, que cree en un país, más que igualdad, con justicia, donde no le damos a todos lo mismo, sino lo que cada uno necesita. Si nos sentimos orgullosos de eso, lo podremos transmitir. Es sencillo ponernos de acuerdo: tenemos que dejar de sentirnos acomplejados”, asegura la senadora.