Desaceleración en Chile: se han perdido 40 mil empleos este 2015 y bajo precio del cobre amenaza con “frenar” reformas

Ni Chile ni el mundo la tienen demasiado fácil por estos días, a causa de un contexto internacional complejo, marcado por la desaceleración. La posición de nuestro país es delicada, ya que el nivel de integración que nuestra nación con el globo es intenso, a causa de la gran cantidad de Tratados de Libre Comercio suscritos.

Ayer se reportó que el desempleo en nuestro país, de acuerdo a las cifras entregadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) aumentó un 0,1%, llegando a un 6,6% en el último trimestre mayo-julio. Inmediatamente el gobierno intentó matizar lo que ha sufrido nuestro país en términos económicos en este momento. Resiliencia y optimismo son las conclusiones del mensaje. “Hemos tenido vientos en contra, pero tenemos un país muy bien preparado para hacerse cargo de lo que está pasando (…) el mercado laboral sigue bastante resiliente ante la economía”, declaró el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, y en la misma se manifestó la titular del Trabajo, Ximena Rincón, quien aseguró que “el país está enfrentando bien el problema de la desaceleración, pues su impacto ha sido menor”.

Las cifras desagregadas del INE reflejan que los empleos que se perdieron en este último trimestre alcanzan los 9 mil 690. Sumados a todos los que se han perdido a lo largo de este 2015, las cifras completan 40 mil puestos de trabajo. Esto, de acuerdo a La Tercera, se ha debido por factores estacionales o de “temporada”. En el comercio, bajaron en 24 mil 910 los empleos. En la agricultura 13 mil 250 y en construcción 7 mil 10. Y es más, según los analistas consultados la cifra de desempleo en las próximas medidas alcanzaría el 7%, ya que este 6,6%, según explica el economista Alejandro Alarcón, “se explica principalmente por los empleos públicos, sino sería mayor”.

Y si es que la desaceleración no fuese suficiente, los cambios en el precio del dólar también han terminado repercutiendo en una de las exportaciones más importantes, sino la más importante, de nuestro país: el cobre.

Chile tiene una sobre dependencia de los productos que vende. Y el metal rojo se erige de los principales insumos del Estado, para disponer de dinero y financiar su funcionamiento, con diversas políticas públicas y ejecución presupuestaria.

Los excedentes de Codelco son los que se destinan a engrosar las arcas fiscales, que con el actual escenario internacional de “grosas” no tendrían tanto.

El precio de la libra de cobre en el mercado alcanza estos días los 2,31 dólares, muy distinto de los 2,5 que se transaba a mediados de año. Sólo para entender la magnitud de esta cifra, el Presidente Ejecutivo de la cuprífera, Nelson Pizarro, precisó este fin de semana a El Mercurio que “un centavo menos de precio de cobre son 36 millones de dólares menos (para el estado)”.

La situación es delicada, considerando que del Producto Interno Bruto total de Chile, que según el Banco Mundial asciende a los 258,1 mil millones, Codelco representa la nada despreciable cifra de 3,5%, mientras que la minería del cobre asciende a un 10,8%.

Porcentualmente parece un número menor, pero es un monto que entregaba mucho dinero en tanto aguantaba su “ciclo virtuoso del cobre”, en el que la cifra alcanzó a superar los 4 dólares por libra en sus valores punta. Ciclo cuyo fin empezaba a experimentarse a mediados precisamente de este año.

“Codelco está en economía de guerra”, declaró Pizarro, el cual está llevando adelante un plan de contención al interior de la empresa, precisamente preparando la empresa para el difícil 2016 que se avecina. “Ese plan es nuestra estrella invitada. Si no lo hubiéramos tenido, el resultado sería menos de la mitad, sólo 272 millones de dólares en excedentes. Es un plan excelente”, manifestó satisfecho Pizarro, y adelantó que Codelco espera que la libra del metal rojo alcance los 2,5 dólares. Pero si es que esta situación no se cumple, y llega a alcanzar menos, su postura es clara y drástica: “Se puede. Como decía el Padre Hurtado, ‘hasta que duela’. O cortar costos hasta el hueso, hasta que la cuchilla no pueda cortar más. Se puede, siempre se puede”. Pizarro, con esa metáfora, hace gala del sobrenombre que lo hizo conocido como gerente de empresas: “manos de tijeras”.

El valor del metal rojo no sólo hace estragos por cierto en Codelco. Este 10,8% del PIB que significa la extracción del cobre incluye a privados, que ante el bajo valor de la libra han tenido que tomar medidas drásticas. Como lo anunciado justamente el sábado, cuando la Empresa Norteamericana Freeport-McMoRan, dueña del 51% del yacimiento El Abra, adelantó que reducirán de un 51 a un 50% sus operaciones. No parece un porcentaje relevante al principio, pero el detalle implica que cerca de 700 personas serían desvinculadas, en lo que responden a empleados directos del yacimiento. Esto responde a un 40% de supervisores y un 60% de operarios, además de contratistas que podrían verse afectados. Los cálculos más pesimistas elevan la cifra de empleados despedidos en torno a los mil 500 puestos de trabajo. La minera comparte propiedad de este yacimiento precisamente con Codelco, quienes son dueños del 49% de la compañía.

La presidenta del sindicato Planta, Juana Mejías, declaró a Radio Cooperativa, que en esta empresa “están destruyendo las ilusiones y aspiraciones de todos los trabajadores, de familias. Se van a desvincular a 50% de trabajadores y eso es 50% de familias que van a destuir sus sueños. Somos personas, deben respetar nuestra dignidad”. En la misma línea la Confederación de Trabajadores del Cobre emitió un comunicado precisamente criticando

La razón principal de la empresa es que deben tomar esta decisión para mantenerse en el mercado.

En términos de empleo, la minería a nivel nacional corresponde a un 2,9%, pero nuevamente el sólo precio del cobre se traducía en drásticas medidas de contención y recortes presupuestarios.

Para la economista de Libertad y Desarrollo Cecilia Cifuentes, la complejidad de este proceso se da a que el proceso de China fue “un poco más rápido y profundo de lo esperado. Por eso ha tenido impacto en el precio del cobre”. Si bien descarta un impacto tan profundo del empleo a nivel nacional, avizora impactos en las políticas públicas. “El empleo minero es casi un 18% del empleo total en la II región. Este shock minero, bien enfrentado con políticas públicas, no tendría por qué tener efectos tan negativos. De todos modos el gobierno debería enfrentar este cambio estructural potenciando otras áreas productivas”.

En una línea similar se manifiesta el economista Hugo Lavados, ex ministro del ramo, ya que el principal impacto del bajo precio del cobre es en la billetera fiscal. “Los menores ingresos en general, precio por cantidad, menores ingresos, generan un impacto sobre el ingreso del fisco que puede ser muy importante, que recibe buena parte del margen de la utilidad de Codelco”, indica Lavados.

También asegura que el tema del empleo, a nivel nacional no sería una cifra significativa, pero en los lugares donde hay más explotación minera, la situación puede ser más grave, ya que “sí es evidente que esto genera situaciones complicadas directa e indirectamente en la zona donde se produce. Dos regiones prácticamente. Directa porque la producción emplea personas… las que pueden ser echadas de la pega. Pero genera un efecto adicional sobre otras actividades, servicios de las mismas zonas. Hay menos movimiento de gente, tiene que ver con transporte, carga, hotelería, restaurantes, etcétera”.

¿Realismo o renuncia?

Ayer la Presidenta Michelle Bahelet llevó adelante un comité político extraordinario por las bajas cifras económicas, y los secretarios de estado salieron del encuentro indicando que habría un “enfoque ciudadano” en las medidas que se impulsarán, y destacaron que sus enfoques estarán centrados en seguridad ciudadana, salud, educación y empleo. El presidente de la Democracia Cristiana, Jorge Pizarro, indicó a El Mercurio que “seguramente van a quedar muchas de las reformas más estructurales pendientes, porque hoy no veo posible una reforma al sistema previsional completa (…) eso implica que la agenda priorizada de la Presidenta tiene que hacerse en los tiempos que corresponde y muy bien hecha, porque exceso de recursos no hay”. Así, Pizarro dio voz a las dudas e inquietud que existe respecto de lo que pueda concretarse o no sobre la base de los números que maneja la nación. Sin embargo, su par del Partido Comunista, Guillermo Teillier, dio que “no va a quedar nada fuera del programa y se mantiene todo tal como se contempló en el cónclave”.

Los números están dictando la pauta. Habrá que ver y analizar si es que la administración se ciñe a estos parámetros o no.