Dos siglos después, un dibujo de Humboldt es prueba del cambio climático en Sudamérica
Las plantas catalogadas por el naturalista en la Cordillera de Los Andes, ya no están en el mismo lugar. El calentamiento global alteró la geografía y las reubicó a mayor altitud para sobrevivirlo.
¿Quién se iba a imaginar que un simple dibujo sería prueba fehaciente del cambio climático, y más aún, en Sudamérica? El viaje que realizó el naturalista alemán Alexander von Humboldt por estas tierras, lo llevó a recorrer más de 10 mil kilómetros. Cinco años duró su viaje, y este periplo fue el que lo llevó al que hasta esa época se conocía como la montaña más alta del mundo. Era el volcán Chimborazo, una imponente mole de 6.268 metros situada en Los Andes ecuatorianos.
Durante el verano de 1802, el que es considerado el padre de la Geografía Moderna Universal dibujó con detalle, anotó qué especies vegetales había a cada altura mientras iba escalando. Dos siglos después, una nueva expedición –integrada por seis investigadores de la Universidad de California, Berkeley- siguió sus pasos para comprobar el cambio climático y ver qué efectos ha tenido en las plantas tropicales y de alta montaña.
Antes de este estudio, no se sabía nada de la nueva distribución espacial de las especies vegetales en las plantas de alta montaña y tropicales, donde está la mayor parte de la biodiversidad. Muy pocos naturalistas lo habían estudiado, y sin duda, ninguno las cartografió como el alemán. Hasta el momento los estudios del calentamiento global se han concentrado en el hemisferio norte y en zonas templadas.
La biodiversidad: pasado y presente
De ahí la relevancia de su dibujo “Tableau physique”, parte de su ensayo sobre la geografía de las plantas (la obra maestra de la infografía antes de que incluso existiera). Tiene 16 columnas donde detalla, por ejemplo, la temperatura, la humedad, la presión atmosférica, además de las plantas que había en esa época en cada altura, o datos tan específicos, como hasta dónde llegaban los cultivos de patatas, en qué lugar pastan las llamas o el límite inferior del glaciar.
El equipo, donde hay españoles, daneses y ecuatorianos, viajó el Chimborazo en el verano de 2012, un poco más de doscientos años después de que el naturalista prusiano lo hiciera y exactamente igual que él. Recorrieron sus caras sur y este, analizaron la flora en tramos de 100 metros hasta llegar a una altura sobre el nivel del mar de 5.200 (donde deja de haber vegetación en la montaña) y constataron que las anotaciones de Humboldt eran casi perfectas, salvo algún error provocado por los instrumentos de la época para descifrar la altura.
El resultado
Al comparar los datos de ambas travesías, los investigadores concluyeron que las plantas subieron más de 500 metros de altura. En 1802 se localizaban a los 4.600, y en el 2012, año en que se realizó el estudio, llegaban hasta los 5.185 metros, a zonas donde en el siglo XIX no podían proliferar. La introducción de cultivos cada vez a mayor altura también forma parte de la alteración del paisaje en las cotas bajas del Chimborazo, así como que la temperatura aumentó dos grados en promedio.