La mayor refinería del país mejora estándares de seguridad en oleoductos
Una fuerte inversión realizó la Refinería Aconcagua –de Enap- para perfeccionar el monitoreo de sus oleoductos. La tecnología de punta para la detección temprana de fugas es la misma que las más importantes compañías de petróleo y gas a nivel mundial.
La Refinería Aconcagua, ubicada en la comuna de Concón en la Región de Valparaíso, no sólo destila 104.000 barriles a diario de petróleo crudo, sino que abastece casi por completo a la Región Metropolitana. En un promedio pasan 250 metros cúbicos por hora de combustible por cada uno de los cinco oleoductos con que cuenta entre su planta y el Terminal Marítimo de Quintero en alrededor de 20 kilómetros.
La inversión permite contar con un sistema más robusto y seguro en la red de oleoductos que unen la planta con el terminal en Quintero, y un nuevo monitoreo que complementa la actual medición.
El proyecto, iniciado en el año 2011 con un estudio de ingeniería básica, permitió seleccionar las mejores tecnologías disponibles. Según explicó Ricardo Carvacho, jefe de la División Aplicaciones del Departamento de Ingeniería de la Refinería Aconcagua, “estamos implementando la tecnología de marca ATMOS, una empresa norteamericana que es utilizada por las mayores compañías de petróleo y gas a nivel mundial, como por ejemplo BP, Shell, ExxonMobil, Dow Chemical o Petrobras”.
Los ingenieros de la División Aplicaciones del Departamento de Ingeniería de la Refinería Aconcagua, Ricardo Carvacho y Gustavo Navarro, explican la nueva tecnología.
La implementación de esta nueva tecnología reduce por una parte el tiempo de detección de posibles fugas de combustible, al mismo tiempo que minimiza el impacto ambiental y económico en caso de que éstas se produzcan. Tan confiable y eficiente es, que el ingeniero de la misma división, Gustavo Navarro, especificó que “la Refinería Aconcagua –de Enap- contará con un sistema que entregará múltiples beneficios: detección de fugas de manera temprana en tiempo real, señalando el lugar de la fuga y la magnitud de ésta con bajos porcentajes de error, con bajo número de falsas alarmas y fácil de operar”.
En la etapa inicial de la implementación del sistema de detección temprana de fugas se instaló en el primer oleoducto -de 8 pulgadas de diámetro- y está en proceso el segundo -de 10 pulgadas-. Luego se completará en los restantes oleoductos de la Refinería Aconcagua entre Concón a Quintero.
Este proyecto cumple las exigencias del Decreto Supremo 160, el “Reglamento de seguridad para las instalaciones y operaciones de producción y refinación, transporte, almacenamiento, distribución y abastecimiento de combustibles líquidos”, de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC).
