Qué le pasa qué le pasa a mi camión: Esto pasa si tomas 30 tonariles y sales a manejar
El video de un pequeño camión blanco vuelto loco realizando peligrosos giros e improbables maniobras en San Pedro de la Paz son casi cinco minutos de droga dura audiovisual.
Prepara tus ojos para casi cinco minutos de locura total. De vértigo y adrenalina.
Para el operador de las cámaras de la unidad de control de tránsito de San Pedro de la Paz era sólo otro día de un poco aburrido monitoreo de imágenes. Entonces surge lo que primero parece un clásico caso de manejo imprudente. Un pequeño camión avanza por entre una congestionada avenida a gran velocidad, esquivando con gran precisión a los otros vehículos.
Esos son los primeros 15 segundos.
La demencia recién está agarrando vuelo.
Entonces el camioncito de color blanco pasa una luz roja y cambia de pista sin mirar para ninguna parte. Una micro alcanza a frenar justo. El camión choca por detrás a un 4×4 y ni se inmuta. Avanza unos metros y dobla en exactos 90° grados hacia la izquierda. Se sube al pasto de la entre calzada. Se desestabiliza y por cinco segundos se sostiene solamente sobre dos ruedas: la derecha delantera y la trasera delantera. Luego las otras dos que giraban en el aire vuelven a piso. Está listo para seguir.
Esta vez en camino contrario. Como flecha en línea recta hacia ninguna parte rajado. Pasa luces rojas como si nada. Vuelve a encontrarse con taco pero frenar no es una opción. Se sube al pasto de nuevo. Vuelve a la pista y abre una tercera vía entre las dos que están originalmente diseñadas. Se abre camino chocando a una decena de autos. La cámara lo sigue con dificultad.
Otro giro en 180°. Se mete por debajo de las vías elevadas. Da unas vueltas improbables. Arrancando de nadie y hacia ninguna parte pero a toda velocidad. Hasta que choca con una de las bases. Se baja y la loca carrera sigue pero a pie.
Un hombre de pantalones verdes y polerón cuello en V rojo cruza la calle corriendo. Intenta subirse a un auto parado en una luz roja. No lo logra. Intenta con otro. Tampoco lo logra. Mira para todos lados y sigue corriendo. Una fuerza poderosa e invisible lo persigue. Se pierde detrás de un paradero. Vuelve a aparecer en cámara. Entonces hay una fuerza poderosa y visible esperándolo. Es un grupo de personas, quizá algunos de los automovilistas que chocó, listos para reducirlo.
Una certera patada en los glúteos lo levanta del suelo y el hombre cae horizontal sobre el pavimento. Se produce la detención ciudadana. No se ven golpes. No se escucha audio.
Carabineros llegará en minutos al lugar. Y la prensa. A través de TVN red Bio-Bio se informará que el protagonista de esta desquiciada escena es un hombre de 31 años que se había tomado apróximadamente tres decenas de tonariles. El tonaril es un medicamento que se usa para el tratamiento del parkinson y tiene como efecto secundario intensas alucinaciones. A finales de los noventas y los primeros años de los 2000 tuvo una especie de auge principalmente entre escolares que los compraban y usaban como droga. Se le conocía entonces como “tonas” o “tontariles“.