Walker manda a Eduardo Engel a leer libros de historia y partidos políticos vuelven a estar en la mira

“Yo reivindico tal vez la causa más impopular de mi vida: la defensa de los partidos”, se defendía ayer el senador demócrata cristiano, Ignacio Walker. Esto, porque durante el sábado, el ex presidente de la Comisión Asesora anticorrupción, el economista Eduardo Engel, emitió duras críticas a la forma cómo avanzaban las propuestas del organismo asesor a la Comisión de Probidad de la cámara alta, encabezada por el ex presidente de la DC.

Engel se enfocó en los problemas que a su juicio han presentado las medidas que propuso la comisión asesora, y cómo éstas terminan de una forma distinta a como fueron propuestas. El principal nudo tiene que ver con el refichaje de los militantes del partidos. Esto, porque una de las sospechas más grandes que se tienenes que el nivel de representatividad de la ciudadanía en los partidos es más bajo de lo que se cree. Por tanto, se propuso que se reinscriban en el plazo de un año los militantes de las colectividades. Sin embargo, en la comisión que encabeza Walker, finalmente se está cambiando lo propuesto, elevando el plazo a 2 años. “La ciudadanía no puede esperar 24 meses a que los partidos limpien sus padrones electorales”, manifestaba Engel. Los temas tienen que ver con que pueden haber militantes que hayan fallecido -y que siguen siendo contados como integrantes de las tiendas políticas, para engrosar sus números y así legitimarse institucionalmente por la cantidad de gente que contienen- o incluso algunos que, por diversos motivos, estarían inscritos en dos partidos.

¿Y por qué es relevante tener la mayor cantidad de integrantes en una colectividad política? Porque ahora los fondos para participar en política provendrán del Estado. Es, en el fondo, es sincerar la condición actual de los partidos. “Mientras no tengamos partidos con padrones confiables, no debieran recibir ni un peso de platas públicas”, sentenciaba Engel a El Mercurio.

Walker se sintió directamente aludido, y en las críticas que hizo personalmente en contra de Engel sí tocó un punto cierto: “Hay una profunda desconfianza en los partidos y en sus militantes, a los que asimila a potenciales delincuentes e infractores de ley”. Esto, porque la percepción de la política se ha ido deteriorando en la medida en que avanzan las investigaciones del Ministerio Público, por presunto financiamiento irregular de actividades políticas, como el caso Corpesca, Penta y SQM. Es más: en la última encuesta Adimark, la Nueva Mayoría presenta un 74% de reprobación, versus un 73% en la Alianza. Asimismo, el Senado presenta un 80% de rechazo, y la Cámara de Diputados presenta un 83% de desaprobación.

No obstante, la reacción del senador y ex presidente de la Democracia Cristiana estuvo marcada por el enojo y la frustración, lo que por parte de una porción de la ciudadanía -presente a través de Twitter y el hashtag #LaPolíticaEsDemasiadoSeria– fue reutilizado para que Walker fuera objeto de múltiples burlas. “Estoy cansado de los catones de la moral, de aquellas personas que pontifican desde el pizarrón. La política es algo demasiado serio para dejársela a intelectuales que desconocen la historia de Chile y que no alcanzan a entender la importancia que tiene el desarrollo de los partidos políticos en el sistema chileno”, indicaba el senador, para continuar con una frase que fue considerada como soberbia por parte de la tuitósfera: “Eduardo Engel sabe de economía y de políticas públicas, pero no tiene idea de política. No conoce la historia de los partidos y las culturas políticas que representan”.

Walker, además, le hizo unas sugerencias a Engel: “Le recomiendo empezar por el ‘Manual de historia‘, de Francisco Frías Valenzuela -continúa- y por la ‘Historia de los partidos políticos‘, de Alberto Edwards y Frei Montalva”.

Engel, se supone, intenta defender aspectos institucionales, y Walker se fue con todo en contra de quien realizaba la propuesta, porque incluso se abrió a reducir de los 24 meses a un sólo año para que se reficharan los militantes de los partidos, aunque rechazó borrarlos de los registros y abogó sólo por suspenderlos.

Si la clase política está herida, estas declaraciones del senador ayudan poco a que mejore la percepción que tienen por parte de la ciudadanía. Algunos parlamentarios apoyaron la postura del economista. “Puede ser que Engel no sepa de política, pero no es necesario para establecer medidas de probidad y transparencia que Chile demanda con urgencia”. Éste fue el diagnóstico del diputado PPD Jorge Tarud, el cual era, en mayor o menos medida,, compartido por quienes refrendaron a Engel.

Y también hubo palabras en apoyo a Walker, como la del senador de la UDI, Juan Antonio Coloma, que siguió en la línea de criticar a Engel, situándolo desde una “situación de casi superioridad moral”, y luego agregó que la actividad pública en los últimos 25 años ha sido virtuosa, no siento que se tenga que renegar de todo”. El senador Pedro Araya dijo que quien no milita, “no conoce la estructura interna, la concibe teóricamente, y cuando uno concibe teóricamente una situación de la que no tiene experiencia práctica, nos puede llevar al fracaso”.

Acá, según la postura de Engel, tendría que ver con un tema de sinceración del estado de los partidos. Incluso éste se manifiesta a favor de endurecer las condiciones para conformar colectividades, para que éstas no proliferen sin control. Pero declaraciones como las de Walker dificultan que se mejore la percepción ante la ciudadanía.