Mineduc retrasa hasta abril recursos de la gratuidad pese a críticas y posible déficit en Universidades
Rectores de algunas casas de estudio indican que necesitan saber cuánto antes los dineros que recibirán para beneficiar a los estudiantes. Algunas incluso ya proyectan que se deberán endeudar para poder cumplir.
Es uno de los argumentos que los rectores de las Universidades han esgrimido hasta el cansancio. Es cierto que el detalle exacto de la cantidad de estudiantes, cupos y matrículas de las casas de estudio está recién listo ya iniciado el año académico, los planteles exigían lo antes posible un grado importante de certeza a la hora de saber cuánto dinero recibirán, si se hacen parte de la gratuidad, para ayudar a los estudiantes que califiquen para ser beneficiados.
La Prueba de Selección Universitaria tendrá lugar a finales de noviembre y principios de diciembre, y la planificación del 2016 para las casas de estudio empezó hace rato. Sin embargo, el Mineduc –mientras afinaba cuántos recursos le entregaran a las Universidades- retrasó los detalles hasta que la Presidenta entregó el proyecto de Ley de Presupuesto hace unas semanas. El mecanismo para acceder a la gratuidad será a través de la entrega de dineros de forma directa a las universidades, considerando planteles privados que cumplan una serie de condiciones, pero esto aún se debe definir.
Y el tiempo corre. Los planteles tienen hasta el 22 de diciembre de este año para sumarse a la nueva política de financiamiento, mientras siguen armando sus planes académicos y administrando sus vacantes. Los rectores han estado trabajando también para estimar si tendrán o no déficit producto del beneficio.
Pero de acuerdo publica La Tercera, el Mineduc informó que recién en abril del 2016, cuando termine el proceso de matrícula, sabrán con seguridad cuánto recibirán por parte del Estado. “Certeza absoluta de cuántos recursos va a recibir cada institución es imposible tener a esta fecha”, indicó la secretaria ejecutiva de la reforma a la educación superior, Fernanda Kri.
“No puede ser que tengamos que esperar hasta abril para conocer los montos, porque las clases empiezan en marzo y los convenios se firmarán en diciembre. Es un imperativo que las platas lleguen a tiempo, porque en caso contrario implicaría que las universidades tendrían que empezar a endeudarse”, indicó el Presidente de las Universidades Privadas del Consejo de Rectores (CRUCh), Sergio Lavanchy, también rector de la Universidad de Concepción.
Uno de los principales temas responde a que el Mineduc entregaría montos correspondientes a cada estudiante. El cálculo de esto está relacionado con que existe un arancel real, que es lo que cobra la universidad por una carrera, versus el arancel regulado, que es el monto que el Estado pagará por cada alumno en cada carrera en cada universidad. Éste último se calcula con un arancel, llamado de referencia, que se define a través de un promedio, considerando las carreras y los años de acreditación de las universidades. Entre estos montos existe una brecha, que es la diferencia entre lo que paga el Estado a cada plantel por cada estudiante que reciba el beneficio. De esta brecha se sumará hasta un 20% del arancel regulado. El problema se encuentra precisamente en ese vacío entre los dos montos considerados.
De acuerdo a cálculos del CRUCh, son siete las universidades que presentarían déficit (o un monto sin cubrir) entre lo que necesitan y lo que les pagaría el Ministerio de Educación por la gratuidad.
El rector de la Universidad Católica de Temuco, Aliro Bórquez, aseguró que “el 70% de los ingresos va a provenir de la transferencia por gratuidad debido a que un 65% de nuestros alumnos pertenece a los cinco primeros deciles de ingreso”, y luego precisó que “tendríamos una merma de 500 millones debido a que hay aranceles regulados que son más bajos que los aranceles de referencia”.
En la Universidad de Atacama, su rector Celso Arias indicó que el déficit alcanzaría los 600 millones. Mientras que en la Universidad de Antofagasta alcanzaría también los 500 millones.
La cifra negativa en la Universidad de Magallanes, según su rector Juan Oyarzo, alcanzaría los 200 millones. En la Universidad Católica del Maule, estiman una merma de 300 milones de pesos.
En la Universidad de Santiago, su rector Juan Manuel Zolezzi, dice que el margen en contra que enfrentaría este plantel bordearía los 2 mil millones, mientras que en la Universidad Católica aseguran que su margen de pérdida oscilaría entre los mil 400 millones y los 2 mil millones.
Aún quedan pendientes una serie de reuniones bilaterales entre los rectores y el Ministerio de Educación para afinar estos dineros que supuestarmente estarían complicando a las casas de estudio. Es más: la subsecretaria de Educación, Valentina Quiroga, indicó que “nuestra estimación es que no existe ese déficit que se ha planteado. Sí efectivamente existen instituciones que podrían estar más complicadas, por eso estamos trabajando con cada una de ellas”.
Existen planteles que hasta ahora no reportarían problemas económicos. La Universidad Austral, por ejemplo, presentaría una brecha entre el arancel regulado y el valor real, que alcanzaría un 18%, por lo que según su rector Óscar Galindo “ésta sería cubierta con el 20% extra que ofrece el Mineduc”.
Tampoco habrían problemas en la Universidad de la Frontera ni en la Universidad de Los Lagos. En esta última el rector Óscar Garrido asegura que “en la política de gratuidad los mecanismos de compensación establecidos por el Mineduc nos estaría resguardando que se mantengan nuestros ingresos por concepto de aranceles”.