De ser profesora de la UC al desamparo: el incierto futuro de la abuela agredida en hogar de ancianos
Nolda Tapia fue esta mañana a buscar a su tía al asilo porque le avisaron "que había un problema". Cuando llegó le mostraron el video donde dos mujeres torturan a su pariente. Ahora cree que no es primera vez que su tía María sufre abusos.
Nolda Tapia, 65 años, sobrina de Maria Tapia, 84 años, llegó la mañana del lunes a buscar a su tía a la casa de reposo Los Años Dorados, en Maipú, donde reside desde mayo. Llegó confundida. El domingo había recibido una llamada por teléfono del administrador del asilo, diciéndole que había ocurrido un problema. Pero no profundizó. Nilda durmió a sobresaltos y a primera hora partió bajo la lluvia a buscar a la única tía que le queda con vida.
Cuando llegó se encontró con un grupo de periodistas y otro grupo de carabineros. “Pensé lo peor”, dice. Entonces se le acercó un vecino por entre medio de otros residentes del sector que comentaban a la prensa que era habitual escuchar gritos de los ancianos y le mostró un video en su celular.
En el registro se veía a María sufrir una especie de sesión de tortura a manos de María Angélica Farías y Libertad Escobar Díaz. Una es cuidadora y la otra es otra paciente del centro. La estaban amarrando a un poste. La cacheteaban y la insultaban. María gritaba por auxilio. Las mujeres amenazan con ahorcarla. Se ve a otros ancianos mirar la escena impotentes.
“Me vino una pena y una rabia tan grande que perdí la noción del tiempo. Me borré. Casi me morí”, dice a El Dínamo. Pero recordó algo. Hace un par de semanas llegó a visitarla y María tenía un ojo morado. “Me dijeron que se había caído, pero ahora no sé qué creer”.
Cuenta Nolda que María es hermana de su padre. Que es profesora jubilada. Que hizo clases en la Universidad Católica y también fue directora de un colegio en Peñalolén. Que desde que jubiló vivía con su hijo, pero desde febrero no supo más de él. Que se enteró por los vecinos que su tía, al quedarse en la casa sin electricidad, por las noches se iba a dormir al Sapu de Renca. Entonces en conjunto con los vecinos la llevaron hasta el hogar Los Años Dorados de Maipú. Nolda la visita todas las semanas.
“Ella tiene demencia senil, pero toma sus pastillas y se mantiene bien. Me dicen que esto que pasó ahora es porque mi tía le tiró un jarro con leche a una compañera. Yo no lo creo, pero aunque haya sido así tampoco se justifica lo qué le hicieron”.
Sobre el futuro de la señora María, Nolda dice que está a la espera de lo que determine el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama). “Por ahora me la voy a llevar a mi casa, pero no me puedo hacer cargo. Yo casi no veo, tengo glaucoma crónica y soy hipertensa”, asegura Nolda.
Desde el Senama aseguraron estar gestionando la reubicación de María y agregaron que seguirían las acciones legales correspondientes contra las agresoras, que fueron formalizadas esta jornada por amenazas (el delito de lesiones no pudo acreditarse porque María no presentaba heridas), quedando con arraigo nacional y prohibición de acercarse a la víctima durante el tiempo que dure la investigación.
Mientras, desde el Seremi Metropolitano indicaron que si bien la casa de reposo Los Años Dorados tenía una multa anterior el año 2012, en este momento, y a pesar del grave incidente, presentaba deficiencias estructurales que no ameritaban su clausura.