FOTOS + VIDEO | Amores santos: el documental que delató a un centenar de curas adictos al sexo virtual
"Es un aporte que le hacemos al Vaticano para que entienda que primero tiene que preocuparse con lo que ocurre atrás de los muros de la iglesia y con asuntos como el celibato", dijo el director.
Según los realizadores del largometraje Amores santos, la intención de esta producción es mostrar la hipocresía presente en entidades religiosas que condenan la homosexualidad y el sexo en la web. Esta misión la concretan de la forma más cruda posible: mostrando a una serie de religiosos teniendo sexo virtual con un actor previamente contratado por la producción.
En las más de 500 horas de grabación, se puede ver como muchos sujetos que predican contra la comunicad gay y el sexo por diversión, son asiduos consumidores de este tipo de comercio sexual.
“Nuestra intención es mostrar la hipocresía de religiosos que, sin importar su credo, hacen a escondidas lo que condenan en público desde los púlpitos“, señala en una entrevista a la agencia Efe el director de la cinta Dener Giovanini.
El documental será lanzado a principios del próximo año, y en él se puede ver como pastores, curas y otros religiosos, mantenían encuentros virtuales con este hombre. En total fueron más de 150 religiosos de 30 países diferentes quienes quedaron registrados en la producción.
“Tenemos unas 500 horas de grabaciones de cientos de religiosos católicos, evangélicos, protestantes y anglicanos cuando practicaban sexo virtual frente a su webcam, así como los archivos de sus conversaciones con el actor en las redes sociales”, dijo Giovanini.
Los productores del largometraje pudieron acercarse a estos religiosos a través de tres perfiles falsos en Facebook, los que sumaron más de 5 mil amigos. De esta manera lograron contactar a los religiosos que recibían insinuaciones de un actor.
“No queremos perjudicar a nadie. Tan solo mostrar la hipocresía de los discursos de religiones que condenan la homosexualidad. No es una película contra las religiones sino para mostrar que existe algo equivocado y peligroso en su discurso”, afirmó el director.
“Es un aporte que le hacemos al Vaticano para que entienda que primero tiene que preocuparse con lo que ocurre atrás de los muros de la iglesia y con asuntos como el celibato“, concluyó.