Llevas usando mal toda tu vida el desodorante y de seguro no lo sabías
La típica rutina que muchas personas siguen sería errónea, según la información surgida de un importante organismo de salud.
Te levantas temprano, te duchas, secas y te aplicas desodorante. Esta es la simple rutina con que muchas personas comienzan el día. Una “metodología” que hace sentirnos mejor y con la que evitamos los malos olores.
Al menos eso creíamos, hasta que un informe de la Sociedad Internacional contra la Hiperhidrosis llamó la atención sobre este proceso, afirmando que simplemente era algo erróneo.
Esto porque en pocas palabras hay que aplicar el desodorante en la noche, antes de meternos a la cama, siempre sobre la piel totalmente seca. Según los especialistas a media mañana la acción de estos productos es limitada.
Según un artículo del diario El País de España, esta mala práctica tiene mucho que ver con la falta de instrucciones en los envases, a diferencia de lo que ocurre con otras cosas de uso cotidiano como el shampoo.
“Los productos antisudorales actúan introduciendo elementos, como las sales de aluminio, en las entradas a los conductos de las glándulas sudoríparas. Una vez ahí, forman cristales que taponan parte de los poros”, explican los doctores David M. Pariser y Angela Ballard, del Departamento de Dermatología de la Escuela de Medicina de Virginia Oriental, en su estudio Topical Therapies in Hyperhidrosis Care
“Al dormir confluyen dos circunstancias: la producción de sudor baja a su mínimo y la axila está completamente seca, algo casi imposible después de la ducha, ya que la piel siempre queda ligeramente húmeda”, explica la doctora Vanessa Giraldo, miembro de la Academia Europea de Dermatología y Venereología y asesora en temas de hiperhidrosis de Rexona Colombia.
La especialista agrega que realizar esta acción en la noche es mejor porque la sequedad ayuda a la penetración de estos productos. Por eso lo recomendable es usar un toalla para secar y luego aplicar desodorante, para por último meterse a la cama.
Genética
También hay particularidades genéticas que tienen mucho que ver con el olor de las personas, tal como lo asegura un estudio de Journal of Investigative Dermatology , donde se afirma que el 97% de los caucásicos y los negros poseen una variación genética que hace que su sudor sea mucho más atractivo para las bacterias, que son las responsables del 90 % del olor de las personas.
Mientras tanto los asiáticos estarían libres de este gen. El mismo estudio señala que tres cuartas partes de la población que usa desodorante, realmente no lo necesitan. Siendo la presión social el principal motivo de su uso.
